Summer Tatum murió luego de recibir dos disparos en la cabeza tras una pelea con su esposo, Hunter Tatum, por lo que este ha sido acusado del asesinato de su esposa y su hijo.
La joven de 26 años, embarazada de cinco meses al momento de su asesinato, fue llevada al hospital de Montgomery después de que la policía respondiera a una llamada de emergencia y la encontrara inconsciente en el dormitorio de la pareja, el 18 de octubre.
Los médicos realizaron un parto de emergencia, pero ni Tatum ni el bebé, que su familia dijo más tarde se llamaba Everett, sobrevivieron, según la televisora WSFA.
El jueves, durante una audiencia judicial, el investigador Wesley Clark señaló que las imágenes de seguridad de la casa de la pareja mostraban a Tatum suplicándole a su esposo antes de que se dispararan dos tiros.
“Me quedaré, me quedaré. Haré lo que quieras”, dijo Clark que se oyó decir a Tatum. “No me lastimes, por favor, no lastimes a nuestro bebé, por favor no lastimes a nuestro bebé”, suplicó ella.
“No. Aléjate de mí”, respondió Hunter, según el testimonio de Clark.
De acuerdo con el Montgomery Advertiser, los fiscales señalaron que la pareja peleó después de que Summer descubriera que su esposo la estaba engañando, por lo que había empacado sus maletas para dejarlo. En una audiencia previa, los funcionarios dijeron que Summer, quien tenía parálisis cerebral, fue puesta de espaldas y arrodillada cuando le dispararon.
La asistente del fiscal de distrito Sarah Speaks le dijo al juez que el Hunter Tatum había cometido una “ejecución a sangre fría de su esposa embarazada de seis meses. Su esposa discapacitada y embarazada de seis meses. No hay nada más violento que eso”.
La policía recuperó video y audio de tres cámaras en la casa de los Tatum, así como imágenes tomadas desde la residencia de un vecino.
Clark indicó al tribunal que una cámara de seguridad que apuntaba a la habitación de la pareja mostraba las secuelas del asesinato.
“Se puede ver lo que parece ser el señor Tatum arrastrando a la víctima por el piso después de dispararle dos veces”, precisó Clark.
Según el fiscal de distrito adjunto C.J. Robinson, el hombre llamó al 911 después de disparar, pero no hizo nada más para ayudar a su esposa moribunda.
El caso puede continuar ante un gran jurado y los cargos en su contra podrían incrementarse a homicidio capital, según Robinson.
Fuente: INDEPENDENT en Español