¿RAPTO O DESAPARICION DE NIÑAS?… UN “FENOMENO” NUEVO QUE COMIENZA A PREOCUPAR A LOS ATACAMEÑOS

 

¿Qué está pasando en Copiapó?, se preguntan alarmados no pocos cibernautas en las redes sociales en Atacama, tras tomar conocimiento de los varios casos de niñas adolescentes que se han extraviado en la región durante los últimos meses, asociando inevitablemente estos casos a lo ocurrido en Alto Hospicio, hace casi 20 años, donde se produjo la trágica desaparición de una decena de menores a manos del sicópata Julio Pérez Silva.

 

Es así como no solo a través de Facebook se puede observar fotografías de las menores desaparecidas, sino que también a través de afiches colocados en distintos puntos de la ciudad, llamando a los vecinos a entregar alguna pista que lleve al paradero de estas jovencitas, respecto de quienes no se tiene la certeza si abandonaron sus hogares por voluntad propia o fueron víctimas de alguna banda de trata de menores, manteniendo en la angustia y desesperación a sus familiares, por no saber de sus paraderos, a pesar de la frenética búsqueda que han realizado en el caso de cada una de ellas.

 

Así, por ejemplo, se habla de Rocío Zepeda (16 años), Catalina Álvarez (16 años, desapareció el 22 de junio) y Marina Cabrera (23 años, desapareció el 5 de febrero), cuyos rastros se perdieron sin dejar pista alguna, tal como lo expresó a Radio Maray Luis Contreras, primo de Catalina, señalando que lo último que se supo de ella fue mediante un mensaje de WathsApp, donde indicaba que se encontraba esperando locomoción colectiva en el sector de Placilla Morales, hasta donde había ido a una fiesta con amistades, para dirigirse a su hogar ubicado en la localidad de Paipote. Cosa que no ocurrió hasta el momento de su desaparición.

 

En el caso de Marina Cabrera, se trata de una joven boliviana de 23 años, residente desde hace tres años en el sector de la población Juan Pablo II, quien fue vista por última vez hace 5 meses cuando fue a dejar a su pequeño hijo de seis años a la escuela “Vicente Rojo Sepúlveda” de la población Pedro León Gallo de Copiapó, ya que, entonces, el menor participaba en los Talleres de Verano.

 

Al respecto, Juan Paredes, pareja de Marina, señaló a Red Atacama que ese día ella no concurrió a retirar al pequeño, lo que causó la inmediata preocupación de la familia; mientras que Johnny Bautista, representante comunal de los bolivianos residentes, apuntó que “la profesora nos dijo que tras dejar a su hijo, la vio subirse a un taxi de color negro, un poco apresurada”.

 

Los casos de estas infortunadas jóvenes fueron puesto a disposición de la Policía de Investigaciones, por presunta desgracia, organismo que extendió la búsqueda de estas jovencitas a nivel nacional, a través de su unidad de personas extraviadas, sin que, a la fecha, se conozca ningún pormenor de ellas. Cabe recordar que son 4 los casos de adolescentes desaparecidas en Atacama en lo que va del presente año, respecto a quienes se ha hecho la denuncia formal ante las autoridades policiales.

 

SECUESTROS FRUSTRADOS

 

Sin embargo, al margen de estos casos lamentables, a través de las redes sociales también se ha venido conociendo en el transcurso de estos últimos días una serie de denuncias y advertencias de copiapinos que dan cuenta de raptos frustrados de jovencitas en pleno centro de la ciudad, por lo que lamentan la inseguridad que viven hoy las mujeres y hacen un llamado a no circular solas, debido al riesgo que se ha observado… atribuyendo estos hechos a bandas delictuales que han hecho del secuestro de niñas una rentable práctica común, como ocurre principalmente en México y Colombia, y que, probablemente, ahora ha comenzado a germinar en Atacama… lamentablemente.

 

 

 

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