*Lluvia aluvional dejó 7 muertos en Copiapó: 5 integrantes del RI N° 23 “Copiapó” y dos particulares.
Veinte años se cumplen hoy de la gran tragedia natural que significó el aluvión de 1997, que dejó como saldo 7 personas muertas y mucha destrucción y damnificados en nuestra región, como consecuencia de los más de 100 milímetros de agua caída durante dos días: un verdadero diluvio para una zona seca y árida, como es Atacama, donde lo normal no son más de 10 milímetros de agua caída al año.
Esa trágica jornada dejó miles de damnificados en la región, donde no solo los atacameños sufrieron las consecuencias, sino que también centenares de compatriotas de distintos puntos del país que, en esos instantes viajaban en bus y pasaban por nuestra región, quienes quedaron atrapados acá, por más de una semana, debido a los cortes de caminos, sin nada más que con lo puesto y la mayoría sin más plata que para una bebida o un café durante un par de días, debiendo activarse la comunidad para prestarles socorro y ayuda solidaria, porque también eran muchos los niños que quedaron en esa situación.
En aquella ocasión, perdieron la vida 5 jóvenes conscriptos del Regimiento “Copiapó”, luego que volcara el camión militar, en su intento por cruzar las caudalosas aguas del rio, cuyos nombres son los siguientes: Ariel Ernesto Gómez Michea, de Tierra Amarilla; Johnny Enrique Astudillo Vega, también de Tierra Amarilla; Pedro González Jofré, de Copiapó; Claudio Francisco Lillo Latorre, igualmente de Copiapó y Guillermo Bustamante Ferrada, oriundo de Talca, cuyos restos fueron trasladados hasta su tierra natal en un avión militar.
En aquella ocasión, las otras víctimas fatales fueron dos particulares: don Manuel Zarricueta Castro, vecino que murió bajo las aguas y el lodo de la quebrada “Rosario” de la misma población y doña Lilian Silva Fritis, una valerosa mujer mártir de la paz, ella había llamado al Regimiento solicitando ayuda para salvar la vida de quienes estaban en peligro y que se sumó a la comitiva para acudir personalmente a entregar su ayuda humanitaria, sin saber que no volvería al seno de su hogar.
Este triste episodio que enlutó a la zona, además del dolor que también vivieron miles de damnificados, causó conmoción nacional, razón por la cual se hicieron presentes en nuestra ciudad, para conocer in situ los efectos del aguacero y participar en el velorio de los jóvenes soldados, el presidente de la República, Eduardo Frei Ruiz Tagle; el ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, y el vice comandante en jefe del Ejército, Guillermo Garín, entre otros personeros nacionales.