Por Edward Delgado Quevedo
Director Tierramarillano
La historia reciente dice que fue el año 2006, cuando el Presidente Ricardo Lagos determinó que todos los 31 de octubre se celebrara el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile, a través de la promulgación del Decreto de Ley 142, aunque recién el 2008, durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, se instauró oficialmente como feriado nacional.
Importante es aclarar que la elección de esta fecha no fue casualidad, pues las mismas congregaciones evangélicas determinaron que el 31 de octubre era el día más apropiado, puesto que se rinde homenaje al monje alemán Martín Lutero, quien hace 500 años -en esta misma fecha- escribió sus 95 tesis que clavó valientemente en las puertas de la iglesia del castillo Wittenberg.
Este hecho marcó el inicio del proceso de conformación de los credos protestantes y evangélicos, más conocido en la Historia de la Humanidad como la Reforma Protestante.
Esta acción de Lutero obligó a grandes cambios en el manejo de las doctrinas de la Iglesia Católica, toda vez que desafiaba directamente el poder del Vaticano, al criticar abiertamente la INUTILIDAD de las indulgencias. En estas 95 tesis, Lutero también renegaba de los hombres como intermediarios entre Dios y la humanidad. El teólogo alemán apostaba por la igualdad de los hombres frente a Dios, quien era el único que tenía el poder de dar salvación, en lugar del pontífice romano o su Iglesia. Básicamente criticaba las acciones de León X (Décimo) y abogaba por practicar un “cristianismo puro”, dictado por los evangelios y apartado de los mandatos de Roma que, a su juicio, eran sólo palabra hombre y no escritos inspirados por Dios.
Según estadísticas oficiales, el pueblo evangélico y protestante alcanza hoy prácticamente un 25% de la población, por lo que es una comunidad que debiera comenzar a ser respetada en sus derechos y acciones relacionadas con la fe, ya que -lamentablemente- aún existe diferencias muy notorias en favor del pueblo católico y, en la práctica, no existe igualdad de respeto hacia los evangélicos en los colegios, en los servicios públicos ni en el fomento de la misión evangelizadora.
En este día tan especial, vayan mis saludos y reconocimiento para las iglesias evangélicas y protestantes de mi región, Iglesia Adventista del séptimo Día y su colegio, Iglesia Presbiteriana, la Alianza Cristiana y Misionera, la Iglesia Ejército de Salvación, la Iglesia Bautista Primera, la Iglesia Bautista Betesda y la Iglesia Bautista Eben-Ezer, la mayoría con un fuerte arraigo poblacional, a través del trabajo social y misional que realizan en los sectores altos de Copiapó, en toda la región y en Chile.