Sector agrícola de Copiapó se atreve con el cultivo y producción de Quínoa

 

A través de un proyecto inversión productiva, de Corfo, se ejecutaron los primeros esfuerzos para implementar la siembra de este alimento en los campos de aceitunas del sector bajo del valle de Copiapó.

A raíz del alto potencial de crecimiento que el mercado de la quínoa proyecta a nivel internacional, la empresa agrícola regional Hidronorte Ltda, dedicada históricamente a la elaboración de aceitunas, decidió apostar por el cultivo de productos nacientes de la quínoa sembrada, cultivada y procesada en Atacama.

En Chile, el actual modelo de negocios de la quínoa abarca distintas escalas: desde venta en pequeñas ferias artesanales, hasta los grandes supermercados. Sin embargo, dado que los volúmenes de producción en Chile son bajos, los supermercados deben comprar el producto a intermediarios que traen el alimento desde Bolivia, y que cuentan con la debida certificación orgánica internacional (INIA, 2015).

“En una segunda etapa, apuntamos al desarrollo de productos exportables de calidad gourmet. Estamos en el período de evaluación de una nueva iniciativa a los fondos concursables de FIA (Fundación para la Innovación Agraria) en la línea de desarrollo de productos de alimentación saludable”, señaló Luis Morales Vergara, gerente de gestión de APECO, gremio que apunta en su planificación 2018 a la diversificación de la matriz productiva.

A través de un proyecto IPRO (Inversión Productiva) de Corfo, se ejecutaron los primeros esfuerzos para implementar la producción de este alimento en los campos de aceitunas del sector bajo del valle de Copiapó. La quínoa, producto agrícola de origen andino y reconocido mundialmente por su alta calidad de proteínas, ha experimentado en los mercados internacionales un fuerte crecimiento que alcanzó los US$ 50.124 millones en 2012, mientras la producción anual fue de 96 mil toneladas.

Se proyecta que la demanda anual seguirá aumentando sobre 11 mil toneladas, alcanzando un mercado potencial de unas 150 mil toneladas de producción, con una tasa de crecimiento de 12% anual, según explicaron desde la Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó.

Otro mercado que puede desarrollar la quínoa atacameña y sus productos derivados tiene relación con la alta cantidad de proteínas de la especie, con rangos de 14 a 21%, dependiendo de la zona y técnica de cultivo. “En efecto, si podemos cultivar y renovar los campos con nuevas especies vegetales de alto valor comercial y de menor demanda hídrica en el riego, podremos dar sustentabilidad medioambiental y económica a la cuenca del valle de Copiapó”, destacó Luis Morales.

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