Sorpresivamente, mientras observaba en el sector Chamonate la competencia contra reloj que disputaban anteayer los jóvenes que participan en los Juegos Judejut en Atacama, dejó de existir víctima de un infarto cardiaco el longevo ciclista copiapino Francisco Palavicino Porcile, hecho que ha provocado una honda consternación en el ámbito ciclístico regional e interregional, por tan lamentable pérdida.
Desde la Cuarta Región, quien fuera presidente de la Asociación de Ciclismo de Copiapó entre los años 1985 y el 2000, Juan Aguirre Miranda, expresó sus sentimientos de pesar por la irreparable pérdida de este ejemplar deportista que, a sus 70 años de vida, seguía siendo un activo participante de las jornadas ruteras que se desarrollaban habitualmente en la capital de Atacama.
“Con mucho dolor me enteré del fallecimiento de don Francisco Palavicino, un gran hombre del deporte copiapino, una persona que hizo historia y fue ejemplo para muchos, quien a despecho de su edad seguía practicando cada domingo esta afición deportiva que, en el fondo, era su motivación de vida. No podía ser de otra forma… podríamos decir que murió en su hábitat, en la que a él le fascinaba”, expresó el ex dirigente deportivo.
Juan Aguirre recordó que, durante su dilatada trayectoria en el deporte del pedal, Francisco Palavicino supo de innumerables éxitos en la zona norte y central del país, contándose entre los tantos títulos logrados las tres ocasiones en que se coronó campeón de Chile, incluso ya a nivel seniors. Agregó que, desde sus inicios en el ciclismo, destacó por su fuerza y fiereza en las rutas, desde la partida hasta la meta de una carrera.
El también ex vicepresidente de la Federación de Ciclismo de Chile, recordó como anécdota la ocasión en que -a mediados de la década de los ochenta- cuando subían la cuesta a El Salvador, durante la denominada “Vuelta a Atacama”, todos se agarraron de la ambulancia que los cuidaba, menos Palavicino, porque decía que eso era ilegal. “Sucede que corríamos dos riesgos si no hacíamos esa trampita: primero, no llegar por los efectos de la altura y, además, ser descalificados por el tiempo que demorábamos en subir, así es que entre todos lo agarramos a garabato limpio y lo obligamos a que también se colgara de la ambulancia. Después, una vez terminada la prueba, fue el comentario jocoso que quedó para la historia”, concluyó Juan Aguirre.
MAS RECUERDOS
Francisco Palavicino era un activo miembro de la Asociación de Ciclismo de Copiapó, a través de su equipo denominado “La Bandita” que, con la tricota amarilla que distingue a esta agrupación pedalera, estaba siempre presente cada fin de semana en el punto de largada, siendo un permanente espejo y aliciente para las nuevas generaciones de ciclistas.
Así lo reconoce el director de la escuela fronteriza de Los Loros, Nirzo Arqueros: “Siempre nos apoyó con palabras de estímulo para los jóvenes que integraban los equipos de ciclismo que formé en la escuela Hernán Márquez Huerta de Paipote y en la que dirijo actualmente. Además, dentro de sus posibilidades, también aportaba con cualquier cosita que sirviera a los ciclistas. Lamentamos mucho su partida”, concluyó el docente.
ANECDOTAS
Muchas son las anécdotas que tiene a su haber la vida deportiva de este malogrado deportista que, incluso, llegó a participar en las antiguas pruebas denominadas “Vuelta a Chile” que, en los años sesenta se extendían hasta Santiago, en épocas que aún no estaba completamente terminada la carretera panamericana y existían tramos donde se corría sobre caminos de piedra y tierra, sin contar además que las bicicletas tampoco eran como las ultramodernas que existen hoy, caracterizadas por su bajo peso, sino que eran pesados armatostes, cuyas ruedas eran con cámaras y no tubulares como actualmente; por lo tanto, los pinchazos y recambios eran cosa permanentes en el camino.
El mundo del ciclismo de Atacama está de duelo, la “Bandita” está de luto… se fue el líder, el maestro… un hombre humilde, sencillo y correcto que hizo de este deporte su vida.