Diversas medidas aplica y estudia el ejecutivo maulino para ir en apoyo del sector que se ve amenazado por la falta de abastecimientos en los pequeños y medianos aserraderos, principales afectados por los incendios forestales.
La industria forestal en el Maule atraviesa momentos de incertidumbre debido a los efectos de los violentos incendios forestales de la temporada 2017. Hoy se evidencia la falta de abastecimiento de materia prima para los aserraderos que conforman el segmento de las pequeñas y medianas empresas.
En este escenario el Intendente del Maule, Pablo Milad Abusleme, aseguró que como Gobierno harán todo lo posible para enfrentar este drama que afecta a un sector vital para la economía regional.
¿Cuál es su visión del problema que afecta al sector forestal maulino?
Nosotros a un mes de asumidos en el Gobierno recibimos al gerente de CORMA Maule, Leonardo Vergara, y desde ese día estamos empeñados en buscar todas las líneas de ayuda posible para evitar la crisis de abastecimiento que para el corto plazo amenaza de 60 a 70 empresas de la Región con un costo de 1.500 a 2.000 puestos de trabajo. Esta situación es muy delicada porque además se produce un efecto en cadena que afecta a los trabajadores, sus familias y su entorno.
¿Qué hará entonces el ejecutivo para ir en ayuda del sector?
Lo primero fue establecer una mesa público privada que presido como Intendente, cuyo seguimiento está a cargo de nuestro seremi de Economía, Iván Damino, quien procesará las demandas y las propuestas de soluciones al corto, mediano y largo plazo. Esta instancia la conforman además de los servicios públicos y la municipalidad de Constitución, el sector privado a través de CORMA y Pymemad.
En lo inmediato definimos como prioritario el trabajo de la Sociedad Agrícola Corporación de Fomento de la Producción (SACOR) que es una empresa pública creada por CORFO que facilitará el aprovechamiento de la madera quemada y así revertir el déficit de abastecimiento y la amenaza de quiebra de un porcentaje relevante de la pequeña y mediana empresa maderera.
El jueves 6 de julio pasado SACOR publicó en la prensa regional el primer llamado a licitación para la compra de madera que será acopiada en la comuna de Constitución. La idea es que a partir de agosto de este año se pueda abastecer a los aserraderos maulinos con un horizonte asegurado al año 2020.
¿Es posible comercializar la madera quemada?
Es lo que estamos propiciando, transfiriendo recursos a SACOR. El bosque quemado en pie tiene un importante valor comercial, por eso gestionaremos para que la madera llamada manchada, pueda abastecer los aserraderos, ser recibida por el retail, esto ya acordado en el mes de junio, además de comercializarla al exterior con certificación de calidad.
¿Se están estudiando nuevos procesos de forestación?
A la fecha se han hecho esfuerzos destacables pero que aún son insuficientes ante la magnitud de la tragedia. Según los catastros en la Región se quemaron del orden de las 280 mil hectáreas, 161 mil de las cuales correspondían a bosques de pino radiata.
A través de CONAF y entidades privadas desarrollaremos la reforestación sustentable para limpiar y reforestar el territorio dañado. En esta tarea deberemos aportar con los planes públicos existentes y a su vez llamar a la banca privada para que asista con créditos de largo plazo. Nos hemos propuesto hacer un catastro financiero de las empresas endeudadas para enfrentar el futuro con el panorama del presente lo más claro posible.
¿Cuál será el aporte concreto del sector público?
Estamos estudiando la exención tributaria de contribuciones a los propietarios de terrenos quemados con la intención de reforestar y préstamos de reactivación para las pymes madereras.
Con CONAF implementaremos modelos de reforestación a partir de manejo de regeneración natural, revisaremos la capacidad de los viveros y el acceso a material genético.
Con CORFO se ha planteado ampliar instrumentos de subsidio para las empresas, específicamente el Fondo de Inversión Forestal que hoy cubre predios de hasta 400 hectáreas a predios de hasta 1000 hectáreas con esto esperamos paliar el efecto en el empleo y devolverle el dinamismo al sector.
¿Cómo analiza el rol de los gremios madereros en este proceso?
El trabajo de la Corporación Chilena de la Madera ha sido fundamental en sensibilizar el drama post emergencia. Nos han planteado el problema sobre la base de información estadística concreta. Hemos recibido sus demandas e iniciado un trabajo conjunto del cual estoy muy optimista.
¿Cuáles de todas las demandas serán acogidas?
Me gustaría decir que todas aunque serán en procesos paralelos y con distintos grados de dificultad y tiempos de concreción. Nos plantearon 10 puntos de los cuales partimos cumpliendo con la creación de la mesa público privada que ya lleva 2 encuentros y que se efectuará una vez al mes. Estamos propiciando un plan de acción para mitigar los efectos por el cierre de empresas con planes de empleos en sectores donde afectaron los incendios, acciones de fiscalización y de integración de todos los actores del sector forestal para que de manera unida enfrentemos esta crisis que trascenderá el actual período de gobierno. Aquí hay que trabajar como Región, sin colores políticos, para salir adelante de la mejor manera posible.
¿Cómo espera que evolucione esta situación en el tiempo?
Espero que las medidas que hemos asumido reviertan el adverso panorama planteado de aquí a los próximos dos años. Además confío en el trabajo colaborativo y que la gran empresa pueda compartir con el Estado los esfuerzos para abastecer a las pymes y mantener su cadena logística.
Debemos propender a la diversificación del sector entregando valor agregado al proceso productivo, en ese sentido estamos estudiando implementar un centro de desarrollo de negocios en la ciudad de Constitución que pueda hacerse cargo de apoyar de los desafíos del sector productivo que se ha visto afectado en términos generales. Esta materia la estamos trabajando y espero entregar pronto muy buenas noticias para la Región.
Con CORFO y SERCOTEC propondremos diversos programas de capacitaciones que permitan la reconversión laboral en nuevos y diversos oficios.