En todo un drama urbano y de verdadero “freno” al desarrollo de varios puntos de la comuna de Copiapó se ha transformado la situación que se vive en la capital regional de Atacama, respecto de las líneas férreas que atraviesan la zona.
Según lo pudo evidenciar la Diputada por Atacama, Sofía Cid Versalovic, las líneas férreas pertenecientes a la empresa Ferronor, que cruzan la ciudad de oriente a poniente, hace más de 40 años que no se están utilizando de manera regular, no existiendo el servicio de transporte ni de pasajeros ni de carga, quedando la infraestructura de las líneas férreas en medio de la ciudad.
En sus declaraciones, la parlamentaria señaló que “la línea no se utiliza hace décadas y gran parte de ella fue destruida por los aluviones que afectaron a comunas de Atacama. Hoy los vecinos legítimamente se cuestionan la contribución al bien común y al desarrollo integral de la región de la vía férrea y de la empresa titular de la misma”.
El problema se agudiza al detectarse que todo proyecto que requiera el cruce superficial o subterráneo de la línea debe contar con la autorización de la empresa propietaria de las líneas, por ende, para obtener esta autorización la empresa está solicitando un pago.
Frente a lo anterior, es que la Diputada por Atacama expresó: “Uno entiende la figura, pero cuando la línea no ha sido utilizada en 40 años y al parecer no existe un proyecto serio para volver a utilizarla, se vuelve un verdadero lastre para el desarrollo y modernización de las ciudades”.
En este sentido, son varios los proyectos cuyo costo y tiempo de ejecución se ven aumentados, por la necesidad de pagar y obtener de Ferronor la respectiva autorización, extendiéndose a todas las vías, incluidos los antiguos ramales, como el de Copiapó-Caldera.
Uno de los casos más recientes, fue lo que se generó en el proyecto de 54 viviendas sociales en el sector Toledo, el que corresponde al Programa Campamentos del SERVIU Atacama a fines de 2017. En la ocasión, la empresa solicitó por la entrega la autorización respectiva el pago total de más de 41 millones de pesos, que incluían entre otros cobros, la revisión del atravieso de un ducto de agua potable y el derecho de paso por 20 años, con negociación al cumplimiento de dicho plazo. Finalmente no se pagó el monto solicitado por la empresa ferroviaria, ya que se buscó una solución alternativa distinta.
Por otro lado, existe una importante cartera de proyectos, vitales para la modernización y desarrollo urbano de Copiapó, que se encuentran entrampados por la existencia de la franja de Ferronor.
En palabras de Sofía Cid Versalovic “al mirar el bandejón central de avenida Los Carreras, entre el callejón Pedro de Valdivia y la punta de diamante de Paipote, donde se ubica parte del tendido ferroviario. ¿Alguien tiene dudas qué deteriora la calidad de vida al impedir el desarrollo de áreas verdes? Pregúntenles a los vecinos del sector y les hablarán del polvo en suspensión, basura, escombros, que aparecen de la noche a la mañana. Todo ello perjudica la calidad de vida de los vecinos”.
Para finalizar, la parlamentaria por Atacama señaló que “Ferronor se ha vuelto un vecino irresponsable y que no aporta ni económica ni socialmente a la región” por lo que a su juicio “ha llegado la hora de buscar soluciones para terminar con la verdadera actividad de especulación que realiza hoy la empresa, impidiendo el desarrollo urbano de Copiapó y otras comunas, afectando la calidad de vida de los atacameños”.
