La tarde del sábado fue el gran momento para los estudiantes de la Escuela de Artes Escénicas, ESARTE, de mostrar lo aprendido durante el 2018. Quienes cursaron primer y segundo año se esforzaron con un programa que contempló danza y teatro, que permitió al público asistente, disfrutar de variados ritmos, estilos y composiciones.
La tarde comenzó con danza contemporánea. Los estudiantes de primer año presentaron “Flamencos”, tan numerosos en el sector cordillerano del norte del país, “Relatos de Atacama” seguido por “Amor en fuga”. Los de segundo, en tanto, interpretaron “Reverso”. María José Díaz junto a Valentina Toledo, estudiante y egresada, también presentaron un dúo. En cuanto al teatro, el estilo fue realista con fragmentos de las obras “Tectónica de placas” del dramaturgo Carlos Briones, “La pequeña historia de Chile” de Marco Antonio de la Parra y “Habitat” de Hernán Pérez.
Maribel Pinto, Directora de la Fundación Proyecto Ser Humano, destacó la experiencia de los estudiantes al subirse a un escenario y la apuesta de esta institución por impulsar una escuela de artes escénicas, que permita a quienes viven en Atacama acceder a este tipo de formación, que a través de los años ha logrado continuidad gracias a diversas vías de financimiento, pero siempre gratis para los estudiantes. Este 2018 contó con recursos concursables del Fondart Regional del Ministerio de las Culturas, la Artes y el Patrimonio.
La Seremi de las Culturas las Artes y el Patrimonio de Atacama, María Cecilia Simunovic, celebró la realización de la actividad la que catálogo como «un aporte a la cultura y el arte en la región, llamó a las agrupaciones, artistas, cultores y creadores a seguir trabajando conjuntamente y a aprovechar los fondos que el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, pone a disposición de la comunidad para desarrollar actividades relacionadas con la cultura, el arte y el patrimonio», declaró.
Johan Flores, tras esta presentación egresado de Esarte, manifestó su alegría por llegar a este momento después de cantar, bailar y actuar. “Es una oportunidad muy valiosa, cada persona que está dentro del programa Esarte tiene que sacarle el mayor provecho, porque nos ayudan a crecer, a desenvolvernos, para mí ha sido una experiencia genial, el arte tiene un poder sanador, lo puedo demostrar con hechos comprobados que es así, sana a las personas, el corazón, el alma” indicó este joven.
COPIAPÓ, DICIEMBRE 4 DE 2018.