En Jardín Infantil Colonias Extranjeras de Copiapó: INTEGRANTES DE LA GENERACION DE EX ALUMNOS DE 1988 DEL LICEO CATOLICO ATACAMA CELEBRAN UNA NAVIDAD CON SENTIDO

 

Integrantes de la generación 1988 de ex alumnos del Liceo Católico Atacama, como una forma de celebrar los 30 años de su reencuentro, quisieron efectuar una actividad distinta, realizando una Fiesta Navideña a más de 50 niños y niñas del Jardín Infantil Colonias Extranjeras de la ciudad de Copiapó.

 

Con la presencia de Papa Noel, más de 50 niños y niñas beneficiarios del Jardín Infantil Municipal “Colonias Extranjeras” de Copiapó, fueron agasajados por integrantes de la Generación de egresados año 1988 del Liceo Católico Atacama, quienes quisieron con esta acción social mantener el espíritu de compañerismo del Liceo, bajo el lema Paz y Bien, junto con mantener vivo el legado del Rector del establecimiento, padre Oscar Cosemans, quien siempre trabajó silenciosamente desde una mirada social y siempre brindó una palabra de esperanza y motivación.

 

Claudia Alfaro, Directora del Jardín Municipal Colonias extranjeras de Copiapó, agradeció el gesto realizado por los ex alumnos del Liceo Católico Atacama, de acercarse a la comunidad educativa y generar esta hermosa actividad solidaria que fue en directo beneficio de los niños y niñas del establecimiento, en un contexto social vulnerable y que permite dar un real sentido a la celebración de la Navidad.

 

Por su parte, Horst Kallens, miembro del Equipo Coordinador de ex alumnos y alumnas de la promoción de 1988, agradeció a todos los colaboradores y compañeros y compañeras de la generación, que hicieron posible llevar más de 50 hermosos presentes y golosinas y helados, para efectuar esta acción social marcada por una Navidad con sentido.

 

Kallens, señaló que esta acción ha sido coordinada en el marco del Encuentro de los 30 años desde que egresamos del Liceo, teniendo la certeza que es la primera de muchas actividades que se efectuarán en el futuro, ya que nos hemos comprometido como generación, el mantener vigente el legado de nuestra formación cristiana que nos brindó el LCA, junto con relevar la figura grabada en nuestros corazones del Padre Oscar Cosemans, quien fue un guía y un promotor permanente de acciones sociales para nuestra comunidad.

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