De acuerdo a la organización mundial de la salud, cáncer es un término usado para más de 100 enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo. Lo que define el cáncer es la generación rápida de células anormales que crecen más allá de sus límites normales y pueden invadir otras zonas del organismo en un proceso llamado metástasis. Esto puede resultar en graves afecciones, llegando incluso hasta la muerte.
El consumo de tabaco es tan antiguo como la sociedad humana, pero su consumo se ha mantenido en la mira de las instituciones de salud pública, debido a su relación con el cáncer pulmonar, de garganta, entre muchos otros.
Esta relación ha hecho que los fumadores hayan adoptado una nueva figura, el cigarrillo electrónico, que no es otra cosa que un vaporizador a batería que calienta una solución hasta que la transforma en vapor (“vapeo”) el que se aspira, y que pueden contener o no nicotina y esencias aromáticas. Si bien puede inferirse que se reduce el riesgo de más de 250 mil sustancias tóxicas para el ser humano contenidas en un cigarrillo tradicional, es posible que aparezcan nuevos riesgos asociados a esta nueva forma de fumar.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha anunciado que investiga el posible vínculo entre el cigarrillo electrónico y casos de convulsiones entre sus usuarios. El comunicado indica que está investigando 35 casos de personas que han sufrido convulsiones cuando usaban cigarrillos electrónicos con nicotina, especialmente jóvenes. La misma institución informó que investigaba desde 2010 casos de infartos cardiacos en los Estados Unidos. Los investigadores refieren que no pueden establecer que el “vapeo” es responsable de las convulsiones o infartos cardiacos, pero expresaron su preocupación y pidieron al público que notifique nuevos casos si se produjesen.
Estudios en España en 2014, plantean que en la población adulta un 10,3% había consumido cigarrillos electrónicos en el último mes, siendo estos mismos ex fumadores o fumadores de cigarrillo tradicional. Lo preocupante es que este mismo estudio revelan que 1 de cada 4 usuarios de cigarrillo electrónico nunca había fumado cigarrillo convencional.
¿Qué pasa en Chile? no lo sabemos. ¿El cigarrillo electrónico es menos dañino que el cigarrillo tradicional? no lo sabemos. Sí podemos percibir que existe una disminución de la percepción de riesgo respecto del vapeo y sus consecuencias, además, de ser una moda entre adolescentes y jóvenes.
Les invitamos a informarse en especial a los padres y la comunidad en general. No fume, el fumar sea lo que fuere, nunca será saludable para nadie. También recomendar que aquellos que utilizan el cigarrillo electrónico, informen si observan o sufren alguna sintomatología anormal, acudan a un centro de atención de salud y reporten estos casos. Esto permitirá determinar si el uso del cigarrillo electrónico es una ayuda real para los que desean dejar de fumar tabaco o un nuevo problema para ellos y en especial para los que, sin fumar tabaco, se inician en el uso de este cigarrillo electrónico, del cual no existe mayor información sobre su impacto en la salud de la población.
EU Mg. Fernando Cortés Tello
Académico / Director Carrera Enfermería
Ucentral Región de Coquimbo