“El microtraficante es el que gatilla la adicción, por lo que debemos darle duro”, señaló.
El diputado y presidente de la Federación Regionalista Verde Social, Jaime Mulet, presentó un proyecto de ley que modifica la ley N° 20.000 y busca aumentar las penas de microtráfico y perfeccionar su regulación y persecución penal.
Al respecto, el parlamentario explicó que “el proyecto modifica la ley sobre tráfico de drogas, fundamentalmente en 3 aspectos: primero, aumentar la pena del microtráfico que hoy día es presidio menor en su grado medio a máximo (541 días a 5 años) y lo que proponemos es que solamente quede en su grado máximo de manera que el microtráfico sea penado con penas que van desde 3 años y un día hasta 5 años y sacar la graduación media. Segundo, aumentar también la multa asociada a esto y en tercer lugar se precisa, respecto del microtráfico para que ocurra el delito, que haya una cantidad insignificante de droga”.
En este último punto, Mulet precisó que “hoy día la ley habla de cantidades mínimas y muchas veces esas cantidades mínimas son interpretadas de distintas formas por los jueces para ver si hay tráfico o no o si se trata de consumo personal, y ahí a nuestro juicio es necesario actualizar el concepto – emulando a la legislación alemana – en orden a que debe haber cantidades insignificantes para que no sea tráfico y sea solo consumo. Sobre lo insignificante es tráfico, eso para nosotros es muy relevante”.
“Lo que buscamos es precisamente ser más severos con el microtráfico. El año 2005 se bajó la pena y se creó el microtráfico versus el tráfico, y eso ha implicado que haya mucha gente que obtiene su libertad de una manera más fácil. Sin embargo, nosotros creemos que el microtraficante, si bien es cierto, mueve menos patrimonio, pero es ‘el que dispara’, el que envenena al joven que termina en la pasta base o que termina metido en la droga, entonces tiene también una responsabilidad ética y una responsabilidad moral grave, porque en definitiva es el que gatilla y es el que contacta y provoca la adicción y, obviamente, a través de él termina la droga en el consumidor”.
Por último, Mulet puntualizó que “el proyecto también modifica algunos aspectos procesales más complejos que tienen que ver con el certificado que acredita la calidad de la droga, ya que hoy día hay mucha gente que queda libre y no es sancionada penalmente, sino que es absuelta en definitiva, porque esos certificados no llegan a tiempo, entonces se simplifica en el proyecto de ley la forma en que se acredite la calidad de la droga y que permite en ese aspecto condenar con mayor facilidad”.