Leyendo un artículo en un periódico, me encuentro con la noticia que en Inglaterra, específicamente en la ciudad de Londres, un hombre recorría el pasillo de dulces de un supermercado el mes pasado y recogió una barra de chocolates y la guardo en su bolsillo trasero, pero ojo no estaba robando. Habían cámaras de vigilancia especialmente equipadas que estaban rastreando tanto su cuerpo como los productos que iba sacando de las góndolas, con el fin de ayudarlo a pagar por estos productos.
Este supermercado que hacemos referencia está utilizando nueva tecnología en sus locales, no utilizando cajeros, pero si cámaras que rastrean lo que los clientes escojan, de modo que ellos pagan al momento de pasar por la puerta. El local de prueba tiene 360 metros cuadrados utiliza 150 cámaras instaladas en el cielo para generar una visión tridimensional de los productos cuando los sacan de los estantes.
En nuestro país, los distintos supermercados siempre han querido innovar implementando las nuevas tecnologías, principalmente para reducir los tiempos y los costos. Esta nueva tecnología es parte de lo que conocemos como la Cuarta Revolución Industrial, que ya está instalada en el mundo, que se puede resumir en la incorporación de tecnologías digitales avanzadas que viene a reemplazan la mano de obra por maquinaria, eliminando por consiguiente fuentes de trabajo.
En este punto hay que reconocer que en el área privada nuestro país no se ha quedado atrás y se destaca en América Latina por la incorporación de estas tecnologías a sus actividades principales.
Pero el sector público y nuestra legislación han quedado muy atrasada en esta materia, hay procedimientos y conflictos legales sobre la materia que hay quedado en tierra de nadie y no se ve que a corto o mediano plazo la tengamos incorporadas, es por ello que se hace necesario que el sector público eduque y lidere un proceso que permita un procedimiento publico más cercano y sobre todo eficiente, que no se tenga que esperar que el funcionario público vuelva de su licencia médica o de sus salidas inesperadas en horario de trabajo, para recibir y gestionar la documentación que se pueda requerir, los tiempos del sector privado soy muy distintos a los del sector público, si logramos ir a la par, avanzaríamos de mejor manera.
Por Luis González Codocedo
abogado
Ex – Consejero Regional de Atacama
