Por Juan Valdivia Tabilo
No es primera vez que hay voces que piden “reformar la constitución”. Ya en la década del 50 del siglo XIX había líderes que encabezaron movimientos revolucionarios por establecer una Constitución democrática en nuestro país.
¿QUIÉN FUE ESE HOMBRE? Don Pedro León Gallo Goyeneche. Nació en Copiapó, un día 12 de febrero de 1830… Era el menor de sus hermanos pero el más apasionado de todos… Estudió sus humanidades en el Instituto Nacional y con 18 años de edad se incorpora a la Guardia Nacional y es desde allí —cuna de hombres notables— se incorpora a la academia de literatura, empezando sus primeras letras escribiendo en “La Tribuna”, órgano con ideas vanguardistas y reformadoras de la constitución que regía al país en aquellos años, especialmente la establecida el año 1833, escrita por don Juan Egaña y asimilada a Don Diego Portales. Sus primeras luchas se producen en Santiago; el año 1851 defendiendo al gobierno recientemente instalado de don Manuel Montt. El año 1852, por razones familiares y profesionales se traslada a Copiapó, integrándose a las labores de minería que era el potencial económico de su familia. El año 1853 es elegido regidor en Copiapó y desde allí se convierte en un sólido representante popular y el origen de sus luchas por la rebelión…Joven, valiente, convencido de su labor y es desde ese cargo donde luchó por la abolición entre otras de la “pena de azotes contra los soldados”, lo que le significó la destitución de su cargo de regidor , misión que le correspondió al Intendente José María Silva Chávez y una vez apelada ante el Consejo del Estado cuyo dictamen le sale favorable impulsándolo y convencerse de la necesidad de reformar la constitución y de destruir el gobierno de Montt…Nacía un lider de verdad…Fundó el Club Constituyente…su popularidad aumentaba y crecía cada día.
¿QUE PEDÍA EN LAS REFORMAS? En las peticiones que se solicitaba era garantías para el pueblo y respeto para las libertades públicas. El pueblo vivía circunstancias similares a las de hoy, agitación, descontento prendiéndose rápidamente una rebelión popular. El ofreció sus esfuerzos, su patriotismo y su vida…Organizó un ejército con los mineros de Copiapó e instaló una maestranza para fabricar armamentos y cañones. Verano de 1859 se pone al frente de un ejército con quince piezas de artillería, carros blindados, pertrechos y otros elementos y partía —cruzando el desierto— en busca de las transformaciones políticas y económicas, es decir enfrentar al gobierno decayente en lo moral, sólo se afianzaba en el poderío del ejército armado.
¿DONDE FUE EL PRIMER ENFRENTAMIENTO? Aquí cerquita —en una quebrada— al norte de La Serena, no sé por qué se llama así pero era en La Quebrada de Los Loros, a pasos de La Compañía, y que tuve el privilegio de conocer —invitado por la Sociedad Pedro Pablo Muñoz Godoy de La Serena, hace un par de años (allí aún se respira olor a pólvora)— y que coincidencia que el Gobierno había designado al coronel Don José María Silva Chávez, el mismo que lo había destituido de regidor en Copiapó….El enfrentamiento de dos ejércitos no duró mucho, pero aquel 14 de marzo de 1859 fue tenaz, sangriento y fatal para el gobierno de Montt…El coronel se retira del campo de batalla completamente derrotado, dejando en el camino armas, municiones, víveres y un “alegrón” enorme en las fuerzas revolucionarias. En resumen fueron 4 piezas de artillería, 400 fusiles, rifles, sables, espadas, +-80 muertos,+-100 heridos y alrededor de 300 prisioneros… ¡QUE INTERESANTE ESCENARIO!…Derrotado el ejército, y triunfante los “revolucionarios” los emancipadores, luchadores de la libertad hacen ingreso a la ciudad de La Serena, siendo recibidos clamorosamente por la ciudadanía que se apostaba en las calles principales que hoy caminamos diariamente en nuestro vivir diario… Este el Valor de la Historia y continuemos…
OTRA BATALLA… Humillado el Gobierno, al mes y medio después, es decir el 29 de abril, reforzaba su ejército, y pone a la cabeza al General Juan Vidaurre, acompañado del Ministro de Hacienda don Jovino Novoa y otros prohombres defensores del oficialismo para —SOFOCAR— la rebelión, pero, Pedro León Gallo Goyenechea, también había tomado sus resguardos y su ejército había aumentado a alrededor de 2.000 hombres y su condición económica familiar se lo permitía, había hecho fabricar nuevas armas y sobre todo balas de artillería. El ejército oficialista era superior en hombres, pero el ejército de Gallo era superior en coraje y entusiasmo. LUGAR DEL ENFRENTAMIENTO…Aquí cerquita —se ve de toda la ciudad— en el Cerro Grande. La batalla duró un par de horas…era una lucha encarnizada, valiente, hasta que de pronto, las armas del ejército revolucionario disminuyen y Gallo valiente en medio de la batalla, observa con tristeza, al averiguar la causa, confirma que había sido traicionado por dos de sus hombres de confianza, que las armas les habían colocado arena en vez de pólvora….si es verdad la traición…Gallo y su ejército tuvo que replegarse a La Serena y al poco tiempo emigrar a la Argentina, con alrededor de 700 hombres que confiaban en él…Los que lo traicionaron fueron Salvador Urrutia y Manuel Vallejos y hechos prisioneros y un Consejo de Guerra los condenó por revolucionarios y fusilados el día 20 de diciembre de 1859 en Coquimbo.
¿QUE FUE DE GALLO? Refugiado en Argentina y desde allí, toma rumbo a Europa y fue en España donde más tiempo estuvo, y se dedicó a prepararse para actividades futuras y regresando a Chile, a mediados del año 1862, con 32 años de edad y al año siguiente el año 1863 funda en Copiapó la Asamblea Radical, publica “El Constituyente” y se incorpora a la vida política en Copiapó. El año 1867, es elegido Diputado, siendo reelegido hasta el año 1876, elegido Senador por la zona de Atacama. No alcanzó a terminar su período, falleciendo en Santiago, un día 16 de Diciembre de 1877 a la edad de 47 años de edad y se encuentra sepultado en Copiapó, donde su tumba sirve de recogimiento y admiración, por un joven valiente, que siendo adinerado y teniendo todo en la vida, tuvo la osadía de ponerse al servicio del pueblo para exigir una reforma a la constitución, pedir garantías para el pueblo y respeto a las libertades públicas. Pareciera que la historia hoy se repite y ese es EL VALOR DE LA HISTORIA.