DW (rm/ers)
Para los pacientes es un shock recibir el diagnóstico de cáncer. El catedrático Wilhelm Bloch, de la Universidad de Deportes de Colonia, explica qué influencia puede tener el deporte en el tratamiento del cáncer.
Sr. Bloch, ¿qué ámbito del cáncer estudian usted y sus colegas en el Instituto de Investigación del Sistema Circulatorio y de Medicina Deportiva?
Profesor Wilhelm Bloch: Cuatro de cada diez grupos en el instituto estudian el tema del deporte y el cáncer. Actualmente estamos trabajando en un gran proyecto de la UE, que trata sobre nuevas aplicaciones de terapia con entrenamiento de intervalos altamente intensivo para mujeres con cáncer de seno. Queremos elaborar nuevos enfoques: ¿Qué sucede realmente en el cuerpo de un paciente con cáncer cuando hace deporte? Estamos investigando el efecto que produce el deporte y si posiblemente también apoya la terapia. En los últimos años, (este tema) se ha vuelto cada vez más importante.
¿Cuál fue el enfoque en años anteriores?
Cuando comenzamos la investigación en 2007, la cuestión principal residía en los efectos secundarios que pueden resultar de un tumor o de una terapia y las posibilidades de reducirlos. Con el tiempo, sin embargo, resultó que la actividad física es y puede ser más que una mera ayuda contra los efectos secundarios.
¿En qué sentido?
Por un lado, el carácter preventivo: el deportista hace algo para no correr un alto riesgo de contraer cáncer. Por otro lado, reconocemos que el ejercicio de rehabilitación ayuda a vencer el cáncer. Actualmente se está considerando cada vez más usar el deporte para acompañar la terapia contra el cáncer con el fin de reforzar los efectos de la terapia.
¿Qué procesos tienen lugar en el cuerpo cuando un paciente con cáncer hace deporte?
Los deportes desencadenan procesos que ayudan a combatir el tumor. El ejercicio no cura el cáncer. Pero el cuerpo es capaz de enfrentar mejor el cáncer o procesar mejor la terapia. Un mecanismo clave es estimular el sistema inmune. Se producen procesos inmunológicos que tienen un impacto directo sobre el cáncer.
¿Cómo sucede concretamente?
Un ejemplo que hemos investigado aquí son las células asesinas naturales. Estas reconocen a las células tumorales, las atacan y también pueden destruirlas. La actividad de estas células aumenta durante el ejercicio y después del ejercicio. También hay muchas otras células que juegan un papel en el cáncer y que reaccionan de manera similar.
¿Qué tan activas son estas células asesinas?
Suponemos que, todos los días, nuestro cuerpo se ve inundado de muchas células degeneradas. Afortunadamente, el cuerpo se las arregla bien. Pero en algún momento, puede que no funcione bien y un nido de células tumorales se instala en algún lugar. Este puede dormir durante muchos años y, de repente, el tumor comienza a crecer. Tenemos esta amenaza en todo momento. Si se tiene ciertas tendencias físicas o cambios genéticos, no se puede evitar con ejercicio. El cáncer de piel es un ejemplo de ello, pero el deporte puede ayudar a ralentizar pequeños procesos. Es decir, como paciente se gana mucho.
¿Cómo debe ser el ejercicio para prevenir el cáncer?
Si se corre o camina moderadamente durante seis horas a la semana, se reduce el riesgo de contraer cáncer de colon en un 40 por ciento. El carcinoma de próstata, sería de alrededor del 25 al 30 por ciento. También el cáncer de seno. Especialmente con el cáncer de colon, se puede obtener una muy buena protección a través de una buena nutrición. Si hay sobrepeso, el riesgo de cáncer aumenta.
¿Cómo ayuda el deporte a la terapia contra el cáncer?
Estimular el sistema inmune tiene una ventaja. Si se practica deporte correctamente y se dosifica bien, también mejora el estado general de los pacientes. Una persona puede soportar mejor una terapia cuando está en forma. Un paciente que no está en forma, puede suspender la quimioterapia, porque simplemente no puede tolerarla físicamente. Entretanto, creemos que es casi imposible no pensar en el deporte y la terapia con ejercicios físicos en pacientes con cáncer.
¿Qué tipo de deporte se recomienda en la terapia contra el cáncer: resistencia o entrenamiento de fuerza?
En el pasado, habríamos aconsejado a los pacientes que realizaran un entrenamiento suave, moderado y más basado en la resistencia. Hoy en día, los pacientes también pueden hacer un entrenamiento de intervalos altamente intensivo, si lo hacen correctamente. Entretanto, combinamos deportes de fuerza y resistencia y también unidades altamente intensivas. Los pacientes tienen que desarrollar músculos que pierden durante la terapia. El deporte se puede aplicar como un tipo de medicamento. Yo creo que el deporte es un medicamento.
El catedrático Wilhelm Bloch dirige el Instituto de Investigación sobre el Sistema Circulatorio y Medicina Deportiva en la Universidad de Deportes de Colonia e investiga en el ámbito de la medicina deportiva celular y molecular. También analiza el impacto del ejercicio en pacientes con cáncer.