En un día como hoy, el 2 de abril de 1915, es decir, hace 105 años, fallece a la edad de 54 años el gran médico, escritor, historiador y político, don Luis Joaquín Morales Ocaranza, nacido en Huasco Bajo el 21 de agosto de 1861.
Cursó su enseñanza primaria en Freirina, mientras que sus estudios humanísticos los realizó en el Instituto Nacional (1875). En 1880 ingresa a la Escuela de Medicina, logrando egresar con el título de médico.
Vivió por largos años en el puerto de Carrizal, donde ejercía su profesión de médico. También atendió a sus pacientes mineros en Fraguita, Labrar y Quebradita.
En 1909 se retira de estos centros mineros e ingresa al Hospital de Vallenar. También fue regidor de la Municipalidad de Vallenar. Como escritor, destaca su obra la “Higiene Práctica de los Mineros”, donde denuncia las condiciones miserables en que trabajaban y vivían los mineros y apires en las minas, la falta de higiene y promiscuidad, existente en los campamentos de la minería atacameña.
Sin embargo, su obra más trascendental es la “Historia del Huasco”, donde grafica la vida en este territorio desde la época precolombina hasta mediados del siglo XIX. Podría decirse que es su obra de mayor acierto, una investigación seria y una contribución importantísima a la historia de Chile. La primera edición de este libro fue publicada en 1896. En 1976 la Universidad de La Serena, por acción del catedrático Hugo Marín Varela, logró rescatar y reeditar la obra.
En 1912 fue premiado en los Juegos Florales de Copiapó, con su drama histórico Maricande, su obra épica, un drama histórico dividido en tres actos que narra la rebelión y muerte del Cacique Maricande, indio del Valle del Huasco, padre de la Princesa Maricunga, en su lucha contra los invasores Inca primero, y después contra los españoles que venían con Diego de Almagro.
Los restos de Luis Joaquín Morales Ocaranza descansan en el Cementerio General, en Santiago de Chile.
BONUS TRACK
El 2 de abril de 1956, contrae matrimonio en nuestra ciudad el entonces promisorio futbolista atacameño Adán Godoy Rubina, quien a fines de ese año fue contratado por Colo Colo, debutando en la portería alba en la temporada siguiente.
Hace 64 años, el oriundo del poblado de Los Loros (interior de Tierra Amarilla) desposó a la dama vallenarina Ana Rivera Barrera, de cuya unión nacieron sus hijas Eliet y Ana, las que le aportaron siete nietos. La primera de ellas es casada con el otrora exitoso futbolista nacional Carlos Rivas.
A pesar de no ser vallenarino, el “Viejo Adán”, como siempre le dijeron en el mundo del fútbol profesional, llegó a nuestra ciudad, cuando tenía 16 años. El desaparecido dirigente deportivo Modesto Morales lo integró al Club Cacremi, al tiempo que le consiguió trabajo en Enami, de modo que paralelamente trabajaba y defendía los colores de su empresa en la competencia del fútbol vallenarino.
Su peregrinar por el fútbol profesional es largo de detallar: Colo Colo, Santiago Morning, Universidad Católica y Audax Italiano, además de la Selección Chilena, donde fue el guardián titular la tarde que nuestro país consiguió el tercer lugar planetario ante Yugoslavia, durante el Mundial de 1962. Cuatro años después, viajó al Mundial de Inglaterra, pero no pudo jugar por una lesión en una de sus manos, durante un entrenamiento en el país anfitrión.
Felicidades al matrimonio Godoy-Rivera, en su sexagésimo cuarto aniversario conyugal.