Responsabilidad Individual en Tiempos de Pandemia

“Cuiden que nadie devuelva a otro, mal por mal, sino constantemente procuren el bien entre ustedes y con los demás…”[i]

CRISTINA BRAVO BASSI

Abogada- Copiapó

Chile está viviendo una crisis sanitaria que afecta al mundo entero, y nuestra región de Atacama no queda al margen de ello. Cierto es que actualmente el gobierno ha tomado determinadas directrices en favor de proteger la vida de cada uno de sus habitantes, y si bien la OMS  destacó las medidas tomadas por el gobierno, declarándolas como “anticipadas, robustas e inteligentes”[ii], es un hecho que hemos tenido fallecidos y la cantidad de contagiados producto del COVID-19 ha ido en aumento, motivo por el cual, las críticas frente al actuar, sumado a las opiniones carentes de conocimiento técnico en salud pública y epidemiología, y agregando una oposición política con ausencia de críticas constructivas y espíritu de colaboración, Chile parece polarizado y con una población confusa y a veces egoísta.

Se ha criticado la presencia de las FFAA en las calles, los horarios de toques de queda,  la ausencia de una cuarentena total y generalizada en el país, entre otras; pero, más allá de las apreciaciones personales frente a las medidas adoptadas por el gobierno, resulta curioso que como chilenos, hemos dejado de  lado la responsabilidad individual que cada uno de nosotros tiene frente a esta pandemia y a la vida en comunidad.

Actualmente tenemos un Estado que debe velar por el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica de las personas, y si bien es cierto que como país hemos sobresalido positivamente frente a esta contingencia en comparación con otros, es importante entender que en una sociedad existe un rol por parte del Estado, y asimismo, un rol por parte de los ciudadanos y/o habitantes. Como chilenos y o habitantes de nuestro territorio, así como exigimos derechos y el cumplimiento de la ley, también es menester cumplir con los deberes que se nos exigen, tanto jurídica, social y moralmente.

Hace poco supimos por los medios de comunicación, de una fiesta realizada en nuestra capital donde 400 jóvenes estaban disfrutando de su libertad, sin dejar de lado, a los constantes infractores de cuarentenas y de los  toques de queda, por ende, ¿Qué pasa con nuestra responsabilidad individual? ¿Qué pasa con la preocupación del respeto a la vida de nuestros compatriotas o habitantes de Chile? ¿Qué pasa con el autocuidado?

No me parece descabellado pensar en que como sociedad, la búsqueda constante de algunos sectores políticos de promover en exceso, por un lado un deber paternalista del Estado, ha conllevado a desvirtuar la idea de responsabilidad en los chilenos, olvidando los deberes pero recordando en su plenitud cada derecho a exigir, y por otro lado, nos han hecho sentir víctimas de la sociedad,   y cuando nos convencen que somos víctimas, lo que están haciendo es impedirnos de que seamos capaces de responder por nuestros actos, y esto lo vemos plasmado en diversos discursos en los cuales abundan las excusas para evitar hacerse cargo de las faltas y los problemas.

La libertad es uno de los bienes jurídicos más preciados; sin embargo, cuando hablamos de libertad debemos entender que de cada acto voluntario y espontáneo, necesariamente tiene una consecuencia positiva o negativa, y frente a nuestras decisiones, debemos hacernos cargo, por lo mismo “quienes aún no han comprendido que libertad equivale a responsabilidad, éstos no tienen ningún derecho a reivindicar una libertad de la que no sabrían aprovechar nada, si por alguna circunstancia imposible la recibiesen, y que les inspiraría más temor que deseo si conocieran sus condiciones»[iii].

“La responsabilidad individual perfecciona a las personas. Existen quienes pueden ver la responsabilidad como una carga, como un elemento ajeno a la libertad. Pero eliminar la responsabilidad no nos hace más libres, más bien todo lo contario, dado que nos hace depender de quien, en último término, terminará respondiendo por nosotros”[iv].

Es por lo ya expuesto que, estando en conocimiento de la realidad en Chile frente a esta pandemia; el autocuidado, cumplir con las sugerencias en temas sanitarios y cumplir con las medidas exigidas por parte del gobierno, resultan esenciales para proteger y resguardar nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. Debemos tener un espíritu solidario y empático, sobre todo con aquellos que son de mayor riesgo, debemos ser responsables, acatar las decisiones de las autoridades, no estamos en tiempos de críticas destructivas sino de colaboración, porque “si se muerden y se devoran unos a otros, ¡Cuidado!, que llegarán a perderse todos”[v]

[i] 1 Tesalonicenses 15.

[ii] https://www.t13.cl/noticia/nacional/oms-destaca-medidas-chile-coronavirus-son-anticipadas-robustas-e-inteligentes

[iii] De Rougemont, Denis (1983). La parte del Diablo, Planeta, Barcelona, p. 145.

[iv]https://static1.squarespace.com/static/5b4777a7372b96b5c65f654a/t/5e98e422d73e5f27cd22a1ef/1587078179153/MR_La+Importancia+de+la+Responsabilidad+Individual.pdf

[v] Gálatas 5, 15.

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