En medio del aumento de contagios producto de la pandemia por Covid-19, erráticas estrategias gubernamentales, ajustes de gabinete, anuncios grandilocuentes sobre entregas de cajas para el hambre, la renuncia de una ministra abiertamente pinochetista y la llegada de su consecuente reemplazo en el Ministerio de la Mujer, aparte del aumento de las denuncias por violencia de género; el proyecto de ley que busca extender el postnatal durante la crisis sanitaria se encuentra detenido en el congreso. Al respecto, se han entablado debates que dan cuenta de la negativa por parte del ejecutivo de dar curso a esta iniciativa, la que podría no ser aprobada.
Ahora bien, son tantas las dimensiones de la emergencia, que podríamos hablar de una crisis de carácter estructural, la que tiene dentro de sus aristas relevantes, el trabajo realizado por las mujeres. Desde la teoría feminista marxista se ha reflexionado ampliamente sobre la función que ha tenido y tiene la división sexual del trabajo para el modelo capitalista, indicando que se sostendrá a partir de la explotación de las mujeres, dadas las labores que desarrollan en el ciclo de trabajo productivo y reproductivo.
Siguiendo esa argumentación, las mujeres asumen las labores domésticas y de cuidado, pero también, y esto con el paso a las sociedades contemporáneas, se han ido incorporando masivamente en las esferas del trabajo remunerado, de manera paralela, agudizando por tanto sus condiciones de opresión. Una muestra de ello, son los datos de la Fundación Sol, los que indican que del total de personas dedicadas al servicio doméstico, un 97,6 % son mujeres, o bien que dentro de las áreas más feminizadas encontramos las asociadas a la atención de salud (74,1 %) y de enseñanza (72,2 %).
El llamado es claro, y se viene escuchando en la calle, en los barrios, en los trabajos, y en la sociedad en general; apunta a lo insostenible del modelo actual, y que deja ecos que señalan que, frente a la crisis global, los abordajes también deben serlo.
María Gloria Cayulef
Psicóloga y académica
UCEN Región Coquimbo