Hoy, 9 de julio —en el contexto de la pandemia de COVID-19, que afecta al país y al mundo—, los chilenos celebramos el día de nuestro principal emblema patrio. Me refiero a la invicta bandera nacional, la que fue adoptada hace 203 años por el Director Supremo, Capitán General Don Bernardo O’Higgins Riquelme.
El “Día Oficial de la Bandera Nacional” fue instituido mediante Decreto No 1.100 del año 1974, justamente para realzar el amor hacia nuestro pabellón patrio, cuya máxima expresión de sacrificio ante él sucedió durante la gesta heroica del 9 y 10 de julio de 1882; fechas en las cuales 77 jóvenes —la totalidad de la guarnición chilena—, al mando del Capitán Ignacio Carrera Pinto, y custodiando la bandera a la cual habían jurado defender hasta morir, ofrendaron sus vidas en la lejana y aislada aldea de La Concepción en la sierra peruana.
Es por ello que a lo largo de nuestro país, e inspirados en aquella epopeya, miles de jóvenes —hombres y mujeres— integrantes del Ejército de Chile juran y se comprometen en este día a servir fielmente a la Patria, hasta rendir la vida si fuese necesario.
El heroísmo imperecedero de los chilenos en el Combate de La Concepción, nos permite rememorar hoy uno de los hechos más gloriosos de la historia militar de nuestro país, honrando la bandera que ellos defendieron y que nos identifica como hijos de una misma tierra. Asimismo, y frente a la adversidad presente, La Concepción nos ofrece un modelo a seguir en materia de vocación de servicio a la Patria, tanto para la actual como para las futuras generaciones.
Este año, las particulares condiciones sanitarias y el actual empleo 24/7 del Ejército, en apoyo a las diversas medidas impuestas por la autoridad sanitaria, nos han obligado a suspender la tradicional vigilia de armas y ceremonia de Juramento a la Bandera.
La pandemia que golpea al país y a esta región, ha constituido sin duda una oportunidad tangible de nuestra capacidad de trabajo en equipo, bajo la mirada tutelar de nuestra bandera. Es así como, en un esfuerzo conjunto, tanto con nuestras autoridades, como con diversos servicios públicos e iniciativas privadas, cada integrante del Ejército de Chile ha hecho palpable el juramento contraído, de servir fielmente a nuestra patria y a sus compatriotas.
Finalmente, los integrantes de la Jefatura de la Defensa Nacional de la Región de Atacama, y particularmente el personal del Regimiento No 23 “Copiapó” —como legítimos herederos de los gloriosos y heroicos “Batallones de Atacama”—, saludan y rinden un homenaje a todos quienes han tenido ya el honor y la responsabilidad de jurar a la bandera, y los invitan a renovar hoy ese compromiso con la Patria, como lo hicieran hace 138 años los 77 héroes de La Concepción.
ENRIQUE HEYERMANN RÍOS
General de Brigada
Jefe de la Defensa Nacional Región de Atacama
