Tres años lleva la joven Fabiola Donoso tratando de consolidar su proyecto de vida como productora de agua envasada, con su planta instalada en el pueblo de Los Loros (comuna de Tierra Amarilla) y, a pesar de la distancia geográfica, ha logrado salir adelante abasteciendo no solo a su sector, sino que también abriendo una cartera de clientes en Copiapó, Paipote y, obviamente, Tierra Amarilla en toda su extensión, desde las tomas de la población Luis Uribe hasta los apartados rincones de Pabellón y San Antonio.
“No es fácil emprender, menos para una mujer, el mundo del emprendimiento está más bien hecho para los hombres; aun así, me he propuesto salir adelante. He tenido dos socios hombres que no fueron buena experiencia. He aguantado desde un embargo hasta una demanda judicial por razones laborales y, sobre todo, el costo personal y familiar que significa tener una empresa, porque demanda mucho tiempo, el emprendimiento propio no tiene horario”, comenta al inicio esta entusiasta pequeña productora de Agua Envasada “Cedro”, cuyo lema es “Fresca y suave del Cedro de Los Loros“.
Insiste en las dificultades que ha debido enfrentar, sobre todo en el último tiempo. “Primero, estuvo el estallido social, donde debí pasar por fuego, volver al valle en mi camioneta saltando las barricadas de los cortes, teniendo que salir por el camino de Minera Candelaria con el consabido costo extra de combustible y cuando pensaba que iba a salir… llegó la pandemia, teniendo que agregar los costos de los sanitizantes de los bidones y habilitar lugares de trabajo para no contaminar a mi gente ni a los clientes que son quienes nos dan el sustento. Hemos tenido muy cerca el covid y, afortunadamente, hemos logrado salvarnos. En resumen, han sido tres años de mucho esfuerzo, pero a la vez, tres años de experiencia para consolidar lo que tengo”.
Al respecto, Fabiola narra filosóficamente el secreto para salir adelante con un emprendimiento propio: “De partida, hay que creer en las capacidades de uno mismo; todos los seres humanos tenemos sueños y esos sueños nunca hay que abandonarlos; pase lo que pase, hay que salir adelante. Yo partí con una mochila llena de sueños, viviendo en un pueblo pequeño y lejano, y logré que mi producto se esté conociendo hoy en toda la región, con clientes importantes a quienes tenemos que cumplirles, como un modesto negocito ubicado en las tomas de la población ´Luis Uribe´ y hasta allá llego con mi mejor producto para esa gente, porque para mí todos son importantes”.
Fabiola no deja de soñar, es optimista y así como le da trabajo part-time a una joven del sector para que le lave los bidones, cree que cuando pase la pandemia se expandirá un poco más y podrá contratar a otras personas para aumentar la producción. “Uno siempre vive con una luz de esperanza, por eso no hay que bajar los brazos. Cada día que salgo de mi casa, me digo: hoy será un día diferente y para eso es necesario rodearse de gente positiva”.
A pesar de ser una emprendedora pequeña y principiante, tiene claro también su rol social con su pueblo y con su gente, razón por la cual aporta gratuitamente agua envasada para Carabineros, algunos abuelos y otras personas que no tienen recursos para comprar su producto, pero lo necesitan, teniendo presente que “lo que hace tu mano derecha no lo sepa la izquierda”, como reza el refrán bíblico.
AGRADECIMIENTOS
Fabiola es una mujer agradecida de quienes le han extendido una mano o, simplemente, de quienes han creído en su proyecto y la han apoyado. En este sentido, destaca a personeros como el seremi de Economía, Manuel Nanjarí, quien incluso llegó hasta su propia planta envasadora para conocer su trabajo; también agrega a la directora de Sercotec, Natalia Basic; al director del Centro de Negocios y la asesora de esta entidad, Verónica Lagunas, quien ha estado día tras día guiándola y asesorándola. La lista de reconocimiento continúa con Raúl Brito, “una persona excepcional que hasta el día de hoy me estimula”. Por último, agrega a Tierramarillano, “Porque no es fácil traer a la gente hasta Los Loros, no todos se dan el tiempo como tú (entrevistador) y ahora eres parte de Aguas Cedro y te haces merecedor de un cedro”, concluye emocionada, “porque el agua es bendita y hay que agradecerla”.
ESTE PROYECTO ES FINANCIADO POR EL FONDO DE FOMENTO DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL DEL GOBIERNO DE CHILE Y EL CONSEJO REGIONAL.