Cristina Bravo Bassi
Abogada- Copiapó
“No tenían en realidad,
ni las armaduras ni las espadas adecuadas,
y veían ante sí el campamento de los paganos,
poderoso y bien fortificado, con toda la caballería en derredor;
era gente que sabía combatir”[i]
Preocupante es la situación de nuestro amado país, estamos ad portas de un plebiscito que a todas luces debía ser a lo menos, postergado, sin embargo, es un hecho fehaciente que, este último se va a llevar a cabo en el mes de Octubre.
Nuestra Constitución actual, firmada por don Ricardo Lagos Escobar, contiene un conjunto de normas y principios que rigen la vida en sociedad, reglan el sistema de gobierno, el cómo funcionan las instituciones, estipulando facultades y limitaciones, pero lo más relevante, es que nuestra Constitución reconoce los derechos fundamentales y estipula sus garantías, es decir, consagra derechos, separa los poderes del Estado y limita el poder.
Nuestra carta fundamental tiene una naturaleza jurídica que implica el hecho de tener una fuerza en la cual cada artículo plasmado en ella puede ser exigido en tribunales, estructurándose por medio de un capítulo introductorio, identitario, dogmático, orgánico y por disposiciones transitorias.
En más de alguna oportunidad hemos escuchado por los partidarios del apruebo exclamaciones como “Justicia, Igualdad, Solidaridad, Dignidad, Educación, Reconocimiento a Pueblos Originarios, Democracia, Mejores Pensiones, “No se pueden modificar las AFP”, Mejores Sueldos, Patriarcado, Agua, Vivienda, Constitución del Pueblo, etc.” pero, lo aberrante es cómo generan confusión en el ciudadano medio a través de la mentira.
Tenemos una Constitución que en su artículo 1° señala “Las personas nacen Libres e Iguales en Dignidad y Derechos” entonces ¿por qué quieren hacer una nueva Constitución desde cero, si la Igualdad, Libertad y Dignidad” ya está en nuestra legislación? ¿En qué parte de la Constitución se evidencia el Patriarcado? El artículo 4° señala “Chile es una República Democrática” ¿Por qué entonces, quieren hacer una nueva Constitución si la Democracia ya es una realidad o acaso el “pueblo” no tiene derecho a sufragio, acaso Chile tiene una monarquía? ¡Patrañas!
Toda ley, incluso nuestra Constitución es susceptible de mejoras, y nuestra carta fundamental perfectamente puede ser modificada con un quórum de 2/3 de parlamentarios; es decir, con 67% de aprobación, sin embargo, constantemente escuchamos que, “La Constitución no se puede modificar”, el problema no es que no se pueda modificar, sino el problema, es que no se puede modificar “como ellos quieren” por eso es que quieren rebajar el quórum a mayoría simple (al 51%), pero, nadie se cuestiona el hecho de que si rebajamos el quórum a la mayoría simple, entonces, la Constitución va a ser reformada cada vez que cambie la mayoría temporal del congreso; y si nos fijamos en la calidad de los parlamentarios chilenos, nuestra Constitución se transformaría en la carta circense fundamental de Chile; ¡Un chiste! Aunque no lo reconozcan el quórum actual, es el que da estabilidad a nuestra Constitución y por consecuencia, al sistema jurídico chileno.
Es irrisorio creer que la nueva Constitución será redactada “por la gente” ¿Cómo va a ser redactada por personas que no pertenezcan a partidos políticos, si el sistema de elecciones será a través del sistema proporcional inclusivo y que, aparte de favorecer a quienes tienen escasa votación, favorece a las listas de partidos más votadas? ¿Qué ciudadano medio va a reunir 2.000- 20.000 firmas para poder inscribirse en el Servel? ¿Acaso la señora Juanita va a sacar de su bolsillo plata para su campaña electoral?
Chile tiene problemas sociales, por un sinnúmero de causas, pero, éstas pueden ser subsanadas sin la necesidad de redactar una nueva Constitución, estamos en una crisis económica mundial, las urgencias sociales no pueden esperar, y la cantidad de recursos que se van a ocupar en el plebiscito y en la redacción constitucional, es un gasto que podemos evitar.
Las Constituciones, gozan de una técnica constitucional que, no tienen por objeto abordar “problemáticas específicas”, (por ejemplo como lo es el detalle del sistema de Salud o de Pensiones, etc.), porque las problemáticas concretas son materias de ley, no de Constitución. Esta última tiene por finalidad, establecer las bases fundamentales por la cual esas materias de ley son pensadas, el objetivo de ésta es, otorgar al sistema jurídico una capacidad flexible para responder con eficiencia frente a las necesidades sociales que tenemos, pero, no puede ser un pergamino interminable de peticiones sociales específicas.
¿Creen que con una nueva constitución va a mejorar las listas de espera en los hospitales, o mejorar la educación, subir los sueldos, o que van a devolverles las tierras al pueblo Mapuche expropiando a toda la Araucanía? ¿Cuál es la motivación real de hacer una nueva Constitución a través de una hoja en blanco?
Simplemente, voy a hacer un llamado a votar, y a votar con consciencia, porque estamos frente a una exposición imprudente al riesgo, estamos frente a una fuerza opositora irreflexiva, irrespetuosa, pero muy bien cohesionada en su discurso y en su actuar, por ende no nos queda sino, votar informados, con objetividad y por sobretodo, con libertad, pensando en el bien común y en defender de ese Chile el honor, puesto que, como dijo nuestro héroe José Miguel Carrera, “Si nos dejamos llevar por infundados recelos, seremos presa del primer advenedizo que quiera subyugarnos”
[i] 1 Macabeos 4:6