“Hemos visto un aumento de problemas de refracción principalmente en jóvenes y en quiénes están expuestos a las pantallas muchas horas al día y en especial en ciudades del norte de Chile como Copiapó”, dice Rodrigo Sierra, especialista de la red de clínicas Ultravisión. El experto explica que no es que hayan surgido enfermedades nuevas, sino que debido al esfuerzo extra y a las patologías visuales de base, problemas refrativos como miopía e hipermetropía estimamos que se están manifestando anticipadamente”.
De acuerdo a informe de la OMS, “se estima que la cifra de enfermos miopes para el 2025 podría ascender a 324 millones de personas a raíz del aumento del tiempo que se pasa en espacios interiores y de las actividades que implican mantener una visión de cerca frente a diversos objetos, incluidas las pantallas”. Y es que la prevalencia de la miopía -visión borrosa de objetos lejanos- es de alrededor de 30 a 40% en los adultos de Europa, América del Sur y Estados Unidos, y hasta 80% o más en la población asiática, en especial en China, cifra que ha aumentado este 2020 a raíz de la pandemia y el confinamiento.
Cómo se clasifica la miopía según su gravedad
Distintos y recientes estudios oftalmológicos indican con certeza que el trabajo de cerca prolongado, junto con la ausencia de luz natural promueve el incremento de la miopía sobre todo en la población infantil. El especialista de Ultravisión explica: “Si un niño evita de forma sistemática la luz natural y además se expone a pantallas con escasos centímetros de distancia de su cara, va a cambiar la forma de su ojo. Se genera un cambio en el funcionamiento de la retina. Y en cuanto al nivel de gravedad de la miopía, este se mide en dioptrías (D), que son las mismas unidades usadas para medir el poder óptico de los anteojos y los lentes de contacto. Los poderes de lentes que corrigen la miopía están precedidos por un signo de menos (–), y habitualmente se miden en incrementos de 0.25 D”, señala.
Cómo prevenir una miopía y otros problemas a la vista
Parpadear a menudo, no frotarse los ojos, descansar la vista y controlar el brillo de las pantallas son algunos de los consejos aportados por el especialista de Ultravisión para no dañar la visión durante el confinamiento de este 2020.
Y es que ahora gran parte del quehacer diario está mediado por pantallas y escasa luz natural (en algunos caso, nula). “Debería ser casi un deporte visual que los niños, jóvenes e incluso adultos, vean paisajes amplios por algunos minutos en distintos momentos del día”, dice Sierra. “Que salgan al balcón, o cuando deban pasear a su perro. Que si salen al aire libre no lo hagan con el celular; que esos minutos aprovechen de descansar la vista, de que la luz natural y el enfoque a distancia hagan su trabajo”, señala.
Por último recomienda: “Si se está demasiado expuesto a las pantallas, es recomendable usar lágrimas para refrescar los ojos cuando se sientan secos. Si se suele permanecer en un entorno seco dentro de un recinto cálido, considere utilizar un humidificador para agregarle humedad al aire, sobre todo en los días de frío que aun quedan, dada la exposición a la calefacción. Además, al usar un computador debe estar sentado a más o menos la longitud de su brazo de la pantalla. Ubicar la pantalla de manera que sus ojos miren ligeramente hacia abajo y no directamente al frente o hacia arriba”, asegura.