Un paso a la vez-296-El mejor regalo de navidad

Por Lore Burgos-Psicóloga

Millones de niños alrededor del mundo despiertan el 25 de diciembre más temprano y con mucho más entusiasmo y motivación que cualquier otro día del año. ¿Por qué? Por la vieja tradición de abrir los regalos que están al pie del pino de navidad.
Debo confesar que me criaron totalmente ajena a estas tradiciones. No había regalos, ni árbol de navidad, ni adornos. Solo la familia reunida compartiendo un almuerzo a la sombra de los árboles en el campo de los abuelos. Los primos jugando, haciendo travesuras, y ayudando a los adultos en lo que podíamos. Éramos muy felices porque nos teníamos unos a otros, y en esas fechas, no había apuros. Eran momentos para disfrutar.
¿Sabes? No importa que tan llena haya estado tu mesa anoche, no importa qué tan navideña luzca la decoración de tu hogar, ni siquiera interesa si hay o no hay un pino con adornos, mucho menos si a sus pies hay o no una pila de regalos. El mayor y mejor regalo de todos ya lo recibimos. Es justo el motivo de estas celebraciones. (O la excusa, quizás)
El REGALO por excelencia es ese Dios que se vistió de carne humana y nació como niño en el lugar más humilde de la peor ciudad, rodeado de animales a la luz de las estrellas.
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Isaías 9: 6
Ese REGALO es para ti y para mí, es para todos. Significa que quien nos hizo nos ama tanto que vino a vivir con nosotros como uno de nosotros. Solo puedo decir gracias Dios por tu regalo de amor. Solo queda darte mi vida en gratitud.

¡Feliz navidad!

 

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