LA PROBLACIÓN MIGRANTES EN CHILE, LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Por: Yaidis Santana Obeso

Abogado, Especializada en Alta Gerencia y Economía Pública.

 

De acuerdo a la experiencia que se ha tenido en el contacto cotidiano con la población migrantes, se observa que la realidad es otra; algunas situaciones de irregularidad en cuanto al tema migratorio, la precariedad en la que viven muchos en el territorio chileno, personas en hacinamientos, migrantes sin trabajo por todo esto de la pandemia,  otros tienen que vivir con el estigma de  que “ todos “ los migrantes son unos delincuentes; definitivamente hechos lamentables que sus familiares en sus países de origen, no alcanzan a imaginar la vida que están llevando en un país que veían como una oportunidad de “INICIO Y CAMBIO”. Entendiendo que muchos de ellos no están migrando por esta misma oportunidad; sino porque se está salvando de vivir en su propio país.

Por esa razón, se dispuso de algunos colegios para albergar familias enteras de migrantes que quedaron en situación de calle; es una triste realidad; las instituciones públicas y/o benéficas  con algunas ayudas no constantes; toda esta situación que enfentran antes y durante todo este tiempo, y que en estos momentos ha aumentado más; a partir del estallido social en octubre de 2019 y luego con el tema del COVID- 19.

Mientras tanto, con la anunciada nueva ley de Migración  y Extranjería, que se supone que hubo un avance en  cuanto al reconocimiento de derechos a las personas migrantes dentro de ciertos estándares del derecho internacional de los derechos humanos, pero,  de igual manera el proyecto carece de mecanismos de regularización flexibles y permanentes, que se alejen de una visión que establece que la mejor acción sea la que  produzca la mayor felicidad y bienestar para el mayor número de individuos involucrados y maximiza la utilidad.

Sin embargo, es necesario aclarar que, aunque se denota en algunos aspectos de la nueva Ley Migración y Extranjería que aún no está en firme; si bien es cierto que se aleja de la visión utilitarista; lo que no se puede hacer es apología del delito; entendiéndose que hay migrantes que ingresan y actualmente están en el territorio delinquiendo; causando daño desmedidamente; es una mala práctica que afecta a todos lo que en realidad vienen a contribuir de manera honrada a un país.

Además, otros de los avances que se espera tener con la promulgación de esta nueva ley, es la creación del nuevo Servicio Nacional de Migrantes; organismo que tendrá la facultad de entregar visas temporarias en 13 categorías, entre las que destacan trabajo y labores temporales, estudios, reunificación familiar y razones humanitarias. También se incluye una especial para pacientes bajo tratamiento médico.

De ello resulta necesario enunciar que “La otra cara de la moneda”, de aquellos que piensan que al emigrar todo se solucionará, no es tan así; sí que cuesta y demasiado; porque sino se quiere acceder de manera regular  a esta oportunidad por pasos habilitados; la pasan muy mal, hasta el punto de tener que autodenunciarte y esperar la Resolución del expulsión del país y si accediste regularmente; con todo esto que se está viviendo desde octubre de 2019; ha habido rebaja de salarios, suspensión de contrato y más crítico aún, término de contrato.

Para finalizar, siendo honesta, existe una exclusión todavía en la cohesión social; por todo lo comentado anteriormente; y esto siempre será causa de problema sino se maneja; ya que la migración llegó, literalmente, para quedarse y representa una gran oportunidad de desarrollo cultural y económico.

 

 

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