La vida está hecha de casualidades y oportunidades precisas y fortuitas que, muchas veces, no son buscadas, pero cuando resultan catapultan al éxito o al estrellato al tocado por la varita mágica. Y para eso, hay que estar en el lugar y en el momento preciso, como dice cierto dicho popular. Le pasó a Michelle Bachelet cuando se le ocurrió subirse a un tanque de guerra, siendo ministra de Defensa durante el gobierno de Ricardo Lagos. Ese solo hecho, más precisamente, la imagen, la posicionó en las encuestas como una de las figuras más popular y valorada por la ciudadanía, comenzando a subir como la espuma en las encuestas populares hasta llegar a convertirse en la primera mujer Presidenta de Chile.
Hoy, las circunstancias juegan a favor de una conocida nuestra: Yasna Provoste Campillay, vallenarina que, en solo un mes y medio al frente del Senado, se ganó los créditos del mundo político de oposición, al punto de conseguir que todos se alinearan detrás suyo en la defensa del tercer retiro de los fondos AFP, gracias a que supo ganarse las confianzas del conglomerado, incluyendo al Partido Comunista y al Frente Amplio, ello en virtud de su estilo comunicacional abierto, transparente y transversal, según destacan los analistas de palacio.
Esta exposición mediática llevó a que la última encuesta CEP la mostrara como la segunda figura mejor evaluada de la centro izquierda, detrás de la diputada Pamela Jiles y superando a su camarada Ximena Rincón, abanderada de la Democracia Cristiana para las próximas elecciones presidenciales, quien lleva más de un año y medio de campaña tras este objetivo. También se situó por sobre Daniel Jadue y Heraldo Muñoz, los otros presidenciables de la oposición.
¿Por qué Yasna Provoste ha conseguido este fulminante ascenso en las encuestas?… En primer lugar, porque estuvo en el lugar y momento preciso para ello. En esta posición, respondió al voto de confianza que le dieron sus pares. Se dice que consulta con los jefes de partidos cada decisión que pretende adoptar y comunicar, respuestas que también comparte con todos; o sea, ha dejado de lado la vieja costumbre de cocinar acuerdos entre cuatro paredes y de espalda a sus socios. Además, quienes la conocen, saben que su estilo de comunicación es franco y directo, potenciado por su buena memoria para retener nombres y su elocuencia verbal.
Este sorprendente ascenso en el ranking político nacional de la vallenarina ha dado para que muchos analistas de medios nacionales la lleguen a calificar como “el factor Provoste” y, sabiendo como es de ejecutiva en su trabajo, más que seguro que dejará huellas en su paso por la testera máxima del Senado.
Pero, lo que por una parte resulta positivo para la oposición -encontrar una figura de consenso y con proyección política que logre aunar al conglomerado, aunque sea por una situación coyuntural- por otra resulta lamentable que Provoste haya aparecido tan tarde en escena, mirando hacia las próximas elecciones municipales, porque bien es sabido que la DC ya tiene confirmada a su abanderada para esta lucha, tras las primarias internas desarrolladas el año pasado que le dieron el voto a Ximena Rincón para luchar por la opción de llegar al sillón presidencial, pero su candidatura no entusiasta mayormente ni siquiera a sus propios partidarios, por eso no ha logrado prender.
Algunos aseguran que si esta performance de Provoste se hubiera dado en la lucha por el segundo retiro, no hay duda -para muchos- que ella sería no solo la abanderada DC, sino que la figura de consenso de los ex concertacionistas para recuperar el sillón presidencial de La Moneda y, sin duda, tendría la primera opción de adjudicarse la primera magistratura, porque Yasna Provoste ofrece las virtudes que tras el agotamiento de la imagen de Michell Bachelet venían buscando para llenar ese vacío, tomando en cuenta también que, como cierto slogan de género, hoy “es tiempo de mujer” y porque, políticamente, en la DC sostienen que también les corresponde nuevamente tener a la figura privilegiada para llegar a La Moneda.
Sin embargo, como en política nada es definitivo, porque -como dice el dicho- se han visto muertos cargando adobes, quién sabe si ante la necesidad de la oposición por llegar a la primera magistratura simplemente se olvidan de la prerrogativa ganada por Ximena Rincón y deciden un cambio por Yasna Provoste. Solo el tiempo y las encuestas dirán la última palabra y Vallenar podría contar entre sus hijas predilectas con una Presidenta de Chile.
CONOCIENDO A YASNA
¿Quién es Yasna Provoste Campillay? Ella es hija de don Carlos y doña Nelly, nació en Vallenar el 16 de diciembre de 1969 y tiene tres hermanos (un varón y dos mujeres). A los nueve años fue campeona nacional de gimnasia tras lo cual partió sola a Santiago al Internado Nacional Femenino, becada por la Escuela de Talentos del ex Físico de la Universidad de Chile. Estudió Educación Física en la Universidad Playa Ancha de Valparaíso. Casada con Mauricio Olagnier Tijero, y madre de Sebastián y Dominique.
En el ámbito político comenzó a militar en la Democrácia Cristiana desde los 14 años, impulsada por su pariente Oriel Alvarez Gómez, destacado hombre de las letras de la región y también antiguo falangista.
Su primer cargo público lo ocupó en la dirección regional del Sernam (1996-1997), durante el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle. No alcanzó a estar mucho tiempo al frente de aquel órgano, porque el intendente regional de aquella época, Eduardo Morales Espinoza, le dio un voto de mayor confianza y la propuso para que asumiera la gobernación provincial del Huasco, cuando recién asomaba en los 28 años. Luego, durante el gobierno de Ricardo Lagos, vino su ascenso mayor: intendenta de la región de Atacama, cargo en el que alcanzó a permanecer durante dos años (diciembre 2001 – septiembre 2004), porque fue ascendida a ministra de Planificación y Desarrollo. Durante el primer gobierno de Michelle Bachelet fue designada ministra de Educación, con el lamentable final de haber sido destituida tras una acusación constitucional por supuestas irregularidades financieras en esta repartición, no pudiendo ocupar cargos públicos durante cinco años. Este lapso lo aprovechó para estudiar, perfeccionarse y viajar. Permaneció en Canadá durante varios meses.
En las elecciones parlamentarias de 2013 consigue la primera mayoría como diputada del sexto distrito. En noviembre de 2017, fue electa Senadora por la 4a circunscripción, Región de Atacama donde obtuvo la primera mayoría con 32.598 votos. El 17 de marzo de 2021 asume como presidenta del Senado de la República. Actualmente, está autorreconocida descendiente de la etnia diaguita.
Por Edward Delgado Quevedo
Concejal de Copiapó