A la edad de 75 años dejó de existir en Copiapó el prestigioso ingeniero en minas Miguel Atilio Fortt Zanoni, conocido por su importante participación como creador intelectual de la cápsula “Fénix” que sirvió para el rescate de los 33 mineros del yacimiento San José.
Según las primeras informaciones recogidas, un cáncer agresivo terminó con su vida, a pesar de la lucha que dio por torcerle la mano al destino, al punto de llegar a participar recientemente como uno de los candidatos a la Constituyente, representando a Evópoli. “La vida está siempre llena de desafíos y cada uno de ellos te obliga al mayor de tus esfuerzos, de lograr lo mejor que ella tiene y otorgar la felicidad que buscas”, manifestó hace poco el “Gato” Fortt, como era conocido entre sus amistades.
Respecto de cómo llegó a ser uno de los primeros profesionales en acudir al rescate de los mineros, señaló en un escrito: “Fui llamado por los familiares de los mineros, me tocó realizar el diagnóstico preliminar para enfrentar el rescate de los 33. Indique en esa oportunidad al ministro de Minería, Laurence Golborne, lo de los sondajes múltiples para lograr la más rápida forma de ubicarlos, lo que se logró el día 17 desde que se inició la operación. Indique que una vez ubicados, se debería darle soporte orgánico a los 33 vía agua, suero, medicamentos, etc. con una paloma (tubo de PVC adaptado) y, una vez conectados y coordinados, se rescatarían por medio de una cápsula, cuyo esbozo y diseño les entregué. Después se me pidió que diera un paso al costado, porque Codelco ejecutaría todas las operaciones del rescate. Acompañé todos los días hasta el rescate final a las familias”.
Amante de la buena vida familiar: “Mi placer culpable es disfrutar una buena parrillada al aire libre compartiendo con la familia y los amigos”, admitió, mientras que su mejor recuerdo de infancia que nunca olvidó fue un viaje en tren desde Copiapó a Caldera, con canastos, empanadas y la cara llena de hollín.
“Me considero una persona común y corriente, soy feliz con la naturaleza y con todo su entorno, admirador del mundo submarino y su diversidad, curioso de la evolución de nuestra especie y orgullosos de ser hijo del desierto de Atacama”, dijo al autodefinirse pocos días antes de su fallecimiento.
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