La Administración saliente no permitió ingreso de familiares cercanos ni de adherentes a la nueva administración y ex alcalde Zavala realizó tedioso discurso de despedida que demoró juramento del nuevo Concejo.
Según el protocolo señalado por la administración saliente, la instauración del nuevo Concejo Comunal en la Municipalidad de Diego de Almagro se realizaría a partir de las 12:05 horas de este lunes 28 de junio. Sin embargo, cerca de las 13:35 horas recién vino a jurar como nuevo edil el electo alcalde Mario Araya Rojas, ya que el tiempo precedente lo ocuparon en largos y tediosos discursos el alcalde saliente Isaías Zavala (PC) lo que llevó a que muchos de los presentes en las afueras del recinto edilicio comenzaran a «pifiar» y a increpar con diversos epítetos a quienes –a juicio de estos dieguinos- “los estaban haciendo perder el tiempo y faltándoles el respeto, porque esta era una ceremonia para que asumiera el nuevo alcalde y concejales y no para que la autoridad saliente realizará una verdadera cuenta pública”. De hecho, al final del cambio de mando, Zavala se retiró por la puerta trasera de la Municipalidad, notando que los ánimos no estaban muy calmados de parte de los adherentes. Por la misma razón, se excusó de emitir una declaración final a los medios de prensa que se la solicitaron.
Sin embargo, hay que hacer notar que la situación pareció anómala desde un comienzo, ya que las puertas del edificio municipal permanecieron cerradas para todo los adherentes al nuevo alcalde, lo que fue calificado como “una falta de respeto” por parte de los nuevos allegados al municipio.
“Se adujo una situación de aforo, pero esto se debió contemplar mucho antes; de hecho, la Municipalidad cuenta con salones bastante espaciosos donde podría haberse realizado esta ceremonia”, comentó previamente el nuevo asesor del municipio, Daniel Cereceda.
Seguramente, fue esta misma situación vivida la que llevó al alcalde Araya a realizar un gesto simbólico: Llegó a la ceremonia a pie, pues se vino caminando desde su casa hasta el municipio, es decir, unas 8 cuadras, lapso en el cual fue acompañado por simpatizantes y familiares, quienes no pudieron ingresar al salón del acto, donde la ceremonia se realizó a puertas cerradas: “Queremos demostrar que voy a ser un alcalde de terreno, cuya gestión se caracterizará por ser de puertas abiertas a la comunidad”, comentó el alcalde Araya a la prensa local, mientras se dirigía al acto de asunción de mando.
El acto concluyó pasadas las 14: 10 horas, en circunstancias que no debió durar más de media hora, tal como ocurrió en prácticamente todas las comunas de Atacama. Sin embargo, los simpatizantes de Mario Araya pasaron de la molestia a la euforia y alegría, luego que se abrieron las puertas del municipio para toda la comunidad, manteniendo el debido distanciamiento social.
