No son pocos los lugares del comercio establecido donde se observan avisos señalando: “Se reciben monedas de 10, 50 y 100 pesos”… o “Se cambian monedas de 10, 50 y 100 pesos”… Y esto ocurre en Arica, Punta Arenas, Santiago o Copiapó…. Generalmente, en las vitrinas de las farmacias o en los supermercados del retail es donde más aparecen estos avisos.
Sin embargo, como caso paradójico, días atrás observé personalmente en un ServiEstado de Coquimbo que la cajera le señaló a un cliente que no cambiaban monedas por billetes. Me pareció demasiado incongruente la postura del Banco frente a la realidad que se vive en nuestro país donde, literalmente, las monedas para el “chaucheo” se han perdido de circulación, sobre todo ahora que casi todo el mundo paga con dinero plástico. Por lo tanto, en muchos “boliches” de barrio, el almacenero se ve obligado a “redondear” el vuelto con una pastilla a cambio de los 10 pesos. Sabia y práctica solución.
Una de las primeras alertas al respecto la emitió la Cámara Nacional de Comercio (CNC) en mayo, al reconocer que las monedas “se escondieron” tras la llegada de la pandemia, dificultando la entrega de vueltos y los pagos de bajos montos.
En pleno siglo XXI es obvio que las costumbres también cambian y lo que antes era una costumbre o tradición, los jóvenes de hoy ya no la practican, como el hábito de coleccionar monedas chicas en un chanchito de greda o en un tarrito de leche Nido adaptado como alcancía. Es más, los niños ya ni siquiera aceptan monedas como premio por alguna buena acción, sino que derechamente, el “pago” mínimo que se acepta hoy parte con un billete de mil pesos… ¿Monedas?… ni pensarlo.
Según un reportaje de Radio BioBio, el Banco Central, al tanto de esta situación, tomó algunas medidas y puso a circular un 6,5% más de monedas en marzo en comparación con un año atrás.
El Banco Central reiteró que la circulación del efectivo, en especial las monedas, se ha visto impactado por la crisis del covid-19 que ha acrecentado el comercio online y el pago con tarjetas; en consecuencia, llamó a optar por los pagos en efectivo sobre todo en ferias, supermercados y establecimientos comerciales y de servicio, acentuando el pago con monedas.
La tesorera del Banco Central de Chile, Cecilia Feliú, explicó a Radio Bio Bio que mucha gente utiliza las monedas como ahorro, es decir, tienen una y la guardan en una alcancía. “Por favor, usen las monedas, o llévenlas a un banco para cambiarlas”, dijo Feliú.
Hasta los mendigos estacionados en las calles de cualquier ciudad de nuestro país han sufrido con la desaparición de las monedas, ya que el clamor “una moneíta, por favor” no puede ser satisfecha, porque lisa y llanamente las monedas desaparecieron de los bolsillos y chaucheras femeninas.
Tierramarillano Chile
