ESTUDIOS ALIMENTOS DE MASCOTAS

RODRIGO GONZÁLEZ PINTO

DIRECTOR REGIONAL DEL SERNAC

REGIÓN DE ATACAMA 

Estudios recientes indican que un 73% de las personas declara tener por lo menos una mascota, con un promedio de 2 mascotas por hogar. Es decir, las mascotas hoy son parte de muchas familias e incluso ha aumentado su adopción en la pandemia para compañía.

Por eso es importante que los consumidores dispongan de información adecuada al momento de comprar alimentos para sus mascotas. Hay que considerar que el gasto promedio mensual de una familia chilena puede variar entre los $25.000 y $40.000, sólo considerando este ítem.

Por ello, el SERNAC realizó un estudio que incluyó una muestra de 205 productos correspondientes a 16 marcas de alimentos, tanto nacionales como importados, de distintas líneas y variedades de productos.

El análisis consideró una serie de variables, entre ellos, precios, información de los procedimientos y metodologías aplicadas por las empresas, información nutricional y rotulación, entre otros.

Entre las principales conclusiones de este estudio, podemos destacar que se detectó que conviene más comprar envases grandes que formatos pequeños. Además, varias marcas utilizan frases tales como “Súper Premium” o “High Premium”, pese a que en el país no existen parámetros técnicos para realizar este tipo de clasificaciones.

De hecho, si bien la categoría “Súper Premium” resultó la más cara tanto en gatos como en perros, es la “Premium” la que presentó, en promedio, el mayor porcentaje de proteínas.

Es decir, se trata de una denominación comercial, por lo que no hay que dejarse llevar sólo por ese nombre a la hora de comprar.

El estudio deja en evidencia la necesidad de actualizar la normativa para que los consumidores puedan tener parámetros claros respecto a la composición e información, así como considerar las particularidades de este tipo de productos y las necesidades de las mascotas.

Paralelamente el Servicio ha visto varias alertas de seguridad que tienen que ver con la composición de ciertos lotes de alimentos en algunas marcas que afectarían la salud de las mascotas.

En el marco de la ley del Consumidor lo que hemos hecho es coordinarnos con la autoridad (SAG), el Colegio Médico Veterinario, e iniciar procesos para exigir compensaciones a los consumidores cuyas mascotas fueron afectadas.

Obviamente que ningún monto puede compensar el daño que causa a las familias perder una mascota o que ésta se enferme. Pero desde la ley del Consumidor, al menos logramos compensaciones oportunas, sin tener que esperar los años que demore un juicio.

La normativa establece que las empresas tienen la obligación de vender productos seguros y de calidad; entregar información veraz y completa al consumidor de sus características relevantes; así como deben alertar y responder oportunamente cuando detectan que algún producto que ya está en el mercado puede tener algún riesgo.

 

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