Según Matías Herceg, director de Cultiva “es muy necesario para lo que queremos construir las empresas con propósito, las empresas que estamos trabajando por hacer un mundo mejor, el tener la compañía de una banca que es clave para el proceso de generar acciones de financiar proyectos, de aumentar el impacto, de crecer”.
En sus 21 años de vida, la Fundación Cultiva viene promoviendo un propósito claro: contribuir a la educación socioambiental y la lucha contra la contaminación de la Región Metropolitana a través de acciones concretas, como la regeneración de áreas verdes y el mejoramiento de espacios públicos, siempre con vínculos estrechos con las comunidades.
Así, por ejemplo, hoy desarrollan una iniciativa que tiene que ver con la mantención de las áreas verdes de Recoleta, actividad con un claro propósito de impacto en el desarrollo humano de la comunidad.
Por ello es que para Matías Herceg, director ejecutivo del Grupo Cultiva, es fundamental que existan organizaciones financieras como la Banca Ética/Doble Impacto. Así lo explica:
“Para Cultiva poder financiarse y tener una banca que comparte sus principios y busca generar un bien social y ambiental es fundamental porque nos ayuda a lograr nuestro propósito, para lo que nos levantamos y trabajamos todos los días. El dinero que trabajamos con Banca Ética sabemos que también está aportando a un bien superior, que es lo que nosotros buscamos”, reflexiona.
“Doble Impacto ha sido un gran apoyo en buscar esta alternativa de financiamiento para la caja de corto plazo, además de los proyectos de largo plazo”, agrega Matías Herceg, quien además sostiene que “es muy necesario para lo que queremos construir las empresas con propósito, las empresas que estamos trabajando por hacer un mundo mejor, el tener la compañía de un banco que es clave para el proceso de generar acciones de financiar proyectos, de aumentar el impacto, de crecer”.
Abiertamente plantea que “es fundamental que el dinero se utilice bien para lo que necesita el mundo y eso es lo que logra una banca ética”.
Según dice, la Banca Ética, a través de lo que hace Doble Impacto en Chile, potencia proyectos de impacto, provocando que haya ideas que se ejecuten y se hagan realidad.
“Entonces, sin duda hace una gran diferencia para las empresas con propósito, para las empresas de impacto positivo, las empresas B, que exista una entidad con la que uno se pueda relacionar; por supuesto, hablando de dinero muy seriamente, de proyectos, de financiamiento, de debilidades, pero también hablando muy seriamente de propósito, de objetivos, de qué se va a hacer con ese dinero. Si el mundo va cambiando hacia allá, la verdad es que las esperanzas son mucho más grandes”, afirma.
Alineados con el bien común
Por su parte, Gerardo Wijnant, subgerente de Impacto afirma que «desde Doble Impacto, en nuestro camino a ser el primer banco con lineamientos 100% éticos del país, poder contribuir al financiamiento de una empresa como Cultiva, nos complace profundamente. Cultiva trabaja en un ámbito de recuperación de terrenos, reforestación, mantención de áreas verdes, regeneración ambiental, que son los tipos de proyectos en que, como organización, sentimos que mejor se realiza nuestra misión y el alto grado de relevancia que dan nuestros inversionistas a conocer e invertir en una entidad de este tipo, comprometida con el bien común”.
Señala que además, de ser una empresa B, que declara en primer lugar, su propósito de aporte a la sociedad, ya ha realizado el Balance del Bien Común (EBC) dando cuenta de la consistencia de su trabajo y coherencia con los valores sociales en busca de un mayor bienestar para las comunidades con las que trabaja, es un gran ejemplo a seguir y “queremos continuar apoyando este tipo de organizaciones y otras que también comienzan en el camino de la sostenibilidad social y ambiental» concluye.
Si tienes una organización o empresa con impacto positivo y requiere financiamiento visita la plataforma dobleimpacto.cl