Por Jorge Oporto Marín. Periodista – Guía de Turismo
La letra “Ñ” es la Decimoséptima letra del abecedario español y decimocuarta de sus consonantes. Su nombre es “eñe” y prácticamente no se usa aunque los computadores modernos la consideran en su tablero.
El Diccionario Enciclopédico Ilustrado Océano Uno sólo contempla 49 palabras que se inician con dicha letra, seguida de la “LL” con 54 palabras y luego la “Y” con 59, cifras ínfimas si se compara con otras letras del abecedario.
El 29 de agosto de cada año se conmemora el “Día del Ñoqui” en varios países de Latinoamérica, especialmente Argentina y Uruguay, y en Chile sin ser un plato muy popular, se consume y degusta con variaciones a su receta original.
Su origen es italiano, de los tiempos feudales, sin embargo, su conmemoración parte de una leyenda del Siglo VIII cuando un jóven llamado Pantaleón predicaba y sanaba enfermos en el norteste de Italia, pobre y humildemente vestido. Al golpear la puerta de una vivienda de pescadores, éstos lo hacen pasar y lo atienden sirviéndole un plato de ñoquis, una masa o pasta de harina, papas, huevos y sal. Comida muy simple, fácil de preparar y económica, de rápida cocción. Esto ocurrió un día 29 de agosto.
En Italia también se le denomina “gnocchi di pane” pues se puede hacer con pan rayado, y es conocida popularmente como “bollo”, “grumo” o “pelotilla” pues es su forma más común de cocción.
Al retirarse Pantaleón de la vivienda de sus anfitriones les agradeció su bondad y prometió prosperidad familiar, lo cual efectivamente ocurrió con el tiempo, no si antes encontrar los pescadores bajo algunos de sus platos una moneda de oro.
A la muerte de Pantaleón, éste fue canonizado como consecuencia de sus curaciones milagrosas y hasta hoy es venerado como un Santo.
Al comer un plato de ñoquis, se realiza un verdadero ritual que consiste en colocar debajo del plato un dinero que simboliza el deseo de sumar riqueza y prosperidad al comensal.
En la actualidad, a su preparación original se le agrega queso de ricotta y se acompaña con salsa boloñesa o “al pesto”, pero también se le puede colocar espinacas y especias varias.
En el comercio nacional se encuentran unas pequeñas masas que en su interior traen carne, ricotta y espinacas o pescado denominadas “ravioli”, pero algunas personas le llaman ñoquis pues se pueden preparar inmediatamente en agua caliente a punto de cocción, pero también se les envuelve en una pasta de pan rayado, huevo y queso y luego al sartén con aceite hirviendo, sin embargo, esta comida se vuelve más sofisticada y pierde la esencia de ser sencilla y de bajo costo pecuniario.
En el diccionario mencionado su definición estipula: “Argentina, Chile y Uruguay. Masa hecha con patatas, harina de trigo, mantequilla, huevo, leche y queso. Cocida en agua o leche”.
La palabra “ñoqui”, plural “ñoquis”, produce curiosidad entre las 49 estipuladas en el abecedario, pero para nosotros, chilenos y nortinos, hay otras más conocidas como: Ñandú, Ñapa, Ñato, Ñeblina, Ñeque y Ñuble.
El Ñandú es un ave no voladora, muy rápida y semejante al avestruz, pero de menor tamaño. Ñapa, en voz quechua, pero esta palabra es más conocida como “Yapa” y su acepción más común es añadidura. En Chile es empleada al comprar, por ejemplo: en las ferias libres al casero se le dice “deme la yapa por favor” Ñato, de nariz pequeña, poco pronunciada. Ñeblina, neblina y que en el norte denominamos “camanchaca” Ñeque, fuerte o vigoroso. Ñuble, región del Bíobio cuya capital es la ciudad de Chillán. Uno de sus ríos lleva el nombre homónimo.
Finalmente, existe una palabra que casi no empleamos en nuestra infancia a pesar que practicamos habitualmente el juego del trompo: “Ñique”, golpe que se da a un trompo con la púa del otro”.
La pandemia trajo varias sorpresas y no deberíamos descartar que algún día se conmemore en Chile el “Día del Ñoqui”, pero considero difícil que en alguna ocasión celebremos el “Día del Ñiquiñaque».