Primeros chispazos y un gesto para la polémica de Messi en París

El argentino se estrenó como titular en el Parque de los Príncipes: el París Saint-Germain ganó al Lyon gracias a un tanto de Icardi en el descuento.

Lionel Messi jugó el domingo su primer partido como local en el Parque de los Príncipes. Dejó destellos de su clase, con subidas eléctricas arrancando desde el centro del campo, un disparo a la escuadra y muestras de complicidad con Mbappé. Poco para su estatus, su salario y su trayectoria. Cuando fue sustituido, en el 76, dejó un gesto para la discordia, una mirada de no entender nada hacia Pochettino.

El brasileño Paqueta quiso amargar la fiesta con un disparo raso que se coló en la portería que defendía el italiano Donnarumma. Luego, Neymar, de penalti, e Icardi, en el suspiro final de descuento, lo arreglaron. El PSG, sigue líder de la Ligue pero volvió a demostrar que aún le falta mucho para ser ese equipo de primer nivel europeo que ambicionan sus dueños qatarís.

Y es que el fútbol es un deporte de equipo. El Olympique de Lyon de Peter Bosz que antes pasó por los banquillos del Ajax, Leverkusen y Dortmund, demostró ser una escuadra más cuajada, con movimientos armónicos. Defiende con criterio y lleva peligro cada vez que ronda el área rival. Ayer perdió pero se fue con la cabeza alta.

HERRERA, EL MEJOR

Pochettino tiene por delante un reto importante de aquí al último martes de septiembre cuando el City de Guardiola visitará París en la segunda jornada de la Liga de Campeones. Tras el empate en Brujas (1-1) y, sobre todo ante el juego pobretón demostrado ese día y anoche tiene que armar un equipo. De momento tiene un elenco de estrellas que juegan al mismo tiempo pero no juntos. Casi todo parece fiarse a la pólvora de esa MNM, poderosa sobre el papel, pero no decisiva (aún) sobre el césped. Ander Herrera, en buena forma, es poco pegamento para un equipo.

Que era la fiesta de Messi estaba claro desde antes del pitido inicial. Más prensa y fotógrafos que en un partido de Champions. Ambiente de día grande. Los ultras a tope de decibelios (y de bengalas) se rompieron la garganta cuando el speaker cerró la alineación: «Con el número 30, Leo…» Respondió un rugido «ME-SSI». Instantes antes el nombre de Mbappé fue coreado con timidez. Está claro que la joven estrella francesa ha bajado puntos en el corazón de la hinchada parisina.

El primer tiro entre los tres palos lo paró, sin despeinarse, Donnarumma, preferido a Navas para la Liga. Luego Shaquiri le probó con más fuerza y malicia. Se jugaba cerca de las dos áreas. Tan pronto el Lyon sacaba tres córners seguidos como tiraba De María, que con Neymar y Mbappé, formaba la delantera parisina. Messi hacía subir la temperatura cada vez que arrancaba hacia el área contrarió a toda mecha.

Pasada la primera media hora, el argentino tuvo sus mejores minutos: En el 31 Messi disparó a placer dentro del área tras una dejada de Mbappé. El meta del OL despejó a córner. Cinco minutos después, lanzó la escuadra un falta sufrida por Neymar al borde del área.

Tras el descanso se fue diluyendo en las prisas y el juego demasiado individual del combinado azulgrana de París. Son los mismos colores, pero aún le falta mucho, a Messi y al equipo, para deslumbrar como antaño. Y, menos mal, que ganaron.

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