Por Yerko Cortes, Académico Ingeniería Comercial, UCEN Región Coquimbo
Para todos es una necesidad inmediata ocuparnos de los desafíos de un segmento muy importante de la población, como lo es al adulto mayor. Según cifras recientes del INE, en Chile los adultos mayores superan los 2 millones 800 mil personas, equivalente al 16,2% de los habitantes del país. Es decir, el último censo reveló que más del 16% de la población chilena es ya adulto mayor.
Todo lo anterior considerando que ya desde el inicio de la pandemia, los retos a nivel país no son menores, hablamos de: el envejecimiento de la población, cambios en los hábitos de vida que se están dando en nuestro país, alfo foco en la descentralización, problemáticas de bienestar social y la economía sustentable
El envejecimiento a nivel nacional seguirá aumentando, se espera que al 2035 la edad media de la población sea aproximadamente de 42 años, y según estimaciones a nivel regional de la Población en Chile 2002- 2035, la población mayor de 65 años será mayoría en 13 regiones del país. Hoy entre las regiones que presentan mayor nivel de envejecimiento se encuentran: Ñuble, Valparaíso y Los Ríos, con un 24,6%, 22,2% y 22,0% respectivamente.
La pregunta es ¿Estaremos preparados como sociedad para una de las transformaciones más significativas de cara al futuro? Nuestra respuesta desafiante tiene que ser por medio de la Innovación. Tenemos el desafío de incorporar a este segmento de la población tan significativo, empoderando a las personas para que decidan como vivir y envejecer.
Mas que una interrogante esto es una oportunidad para todos los sectores de la Economía. Se pueden desarrollar oportunidades de inversión en diversos mercados, principalmente en los sectores de consumo, salud, vivienda, a través también de la gestión patrimonial y de pensiones. La gente mayor es capaz de aprender; la psicología y neurociencia muestran que el cerebro es capaz de adquirir habilidades nuevas a los 30, 50 o incluso hasta los 90 años. Lo sectores educativos, la ciencia, la cultura, etc. tienen un desafío importante para incorporar al adulto mayor no solo como política pública, sino que como componente activo para el desarrollo conjunto de muchas actividades.
El mercado laboral ciertamente es el que mas reciente este campo poblacional, hoy uno de cada cinco adultos mayores declara trabajar, pero claramente esto ya va en aumento. Como sociedad es necesario que fomentemos de forma decidida la incorporación al mundo del trabajo de este rango etario, mas aun considerando la llegada de la automatización y digitalización en las empresas.
Las empresas tienen un enorme desafío incorporando la innovación con el adulto mayor, no solo como un mercado económico sumamente importante para el desarrollo de productos y servicios, sino que además incorporar esta fuerza laboral tiene un sinnúmero de beneficios: personas con alta experiencia, marcada calidad de servicio, inteligencia emocional; entre otras habilidades, que aportan a una combinación exitosa que fomenta el aprendizaje y experiencia intergeneracional que será un beneficio para todos.