Por Kenneth Bunker
Ex-ante
Una pregunta es si el Partido Comunista está alineado con la democracia, y otra muy distinta es si está alineado con Boric. En lo segundo, la respuesta parece ser que depende. el PC pareciera estar comprometido con Boric para la elección, pero menos para gobernar. De lo contrario, no se entendería la magnitud de la discrepancia en ámbitos tan fundamentales como la democracia.
La vía institucional. El lunes 15 de noviembre se cumplen dos años desde el pacto institucional que permitió el fin de la violencia y el comienzo de un proceso constitucional. Y aunque la gran mayoría de la sociedad coincide en que ha sido un camino de luces y sombras, son demasiados en la elite los que continúan apoyando la violencia como un mecanismo de acción política.
- Dentro de los partidos tradicionales que han tenido más dificultades para condenar la violencia explícitamente, en todos los contextos, está el Partido Comunista. Lamentablemente, el partido ha sido selectivo e intermitente en sus denuncias. Lejos de actuar desinteresadamente, ha interpretado la violencia como actos necesarios para generar escenarios de progreso social, y los ha usado para progresar políticamente.
- Si el Partido Comunista fuera pequeño, o no prometiera mayores compromisos a la estabilidad democrática, quizás nada de lo anterior sería de mayor relevancia. Sería preocupante, pero no sería un problema fundamental. Pero no es el caso. Hoy, el PC no solo es un partido importante dentro del sistema político, sino que además es un partido que está a punto de convertirse en el principal partido de un gobierno.
El PC y la democracia. La critica de falta de garantías democráticas al PC no es una nueva. Es, probablemente, tan vieja como el mismo partido, lo que debiese dar una idea de la profundidad y peso de los argumentos. En los últimos años, sin embargo, las criticas se han vuelto más severas y más reiteradas, pues sus dificultades para fijar una posición inequívoca frente a la violación de derechos humanos han ido en aumento.
- El mejor ejemplo es el de Florencia Lagos, apologista de dictaduras Latinoamericanas. Hija de un histórico dirigente del partido, representa con claridad a quienes creen que la violencia de octubre se debe mantener como mecanismo de acción política. Representa también a quienes piensan que Chile debiese transitar de una democracia a un sistema comunista, en la línea de Venezuela y Cuba.
- Todo esto es preocupante. Primero, por el rol que podría pasar a ocupar el PC en el próximo gobierno. Segundo, y quizás más importante, por el poco peso que se le ha dado al tema desde dentro de la coalición que lidera Boric. Pues, no ha sido hasta muy recientemente que los principales lideres democráticos de la coalición los han criticado. Lo anterior induce a pensar en los aspectos estratégicos-electorales de la crítica.
Apoyo fundamental. Las reacciones a la “victoria” de Daniel Ortega en Nicaragua son elocuentes para describir lo anterior. Pues, por el comunicado que el partido envío apoyando a Ortega, y sus reacciones posteriores, no solo se demuestra que el PC no está ordenado en contra del respeto fundamental a las libertades básicas de la democracia, sino que le importa bastante poco la impresión que su posición pueda causar en su propio candidato presidencial.
- Una pregunta es si el Partido Comunista está alineado con la democracia, y otra muy distinta es si está alineado con Boric. En lo segundo, en la pregunta más interesante, la respuesta parece ser que depende. Pues, el PC pareciera estar comprometido con Boric para la elección, pero menos para gobernar. De lo contrario, no se entendería la magnitud de la discrepancia en ámbitos tan fundamentales como la democracia.
- Es evidente que en la división autoritarismo-democracia, Boric cae al lado de la democracia, pero es imposible no ver que independiente de su posición política personal, pareciera haber un contexto político creciente en que cada vez se reduce más la extensión de su poder en la coalición. Si Boric llega al poder, el PC ejercerá poder condicionado su apoyo. Tendrá tanto poder si se compromete con Boric como si amenaza con irse.
Las dos almas. Lo anterior refleja bien las dos almas de Apruebo Dignidad. Por una parte, los octubristas que justifican la violencia en la medida en que consigue cambios, y por otra parte los novembristas, que prefieren la vía de las instituciones para procesar las demandas ciudadanas. O, puesto de forma más sencilla; por una parte, los que relativizan el autoritarismo, y por otra parte quienes creen ciegamente en la democracia.
- Hoy, estas dos almas se encuentran juntas y mezcladas, ad-portas de una elección que les podría dar acceso al poder a ambas. Pero, de ganar, mañana, comenzará la tensión interior. Allí, la pregunta será cuánta libertad tendrá Boric para liderar los cambios que ha prometido en su programa. Bachelet gobernó con el PC ocupando posiciones marginales de poder en su gobierno. Boric gobernará con el PC ocupando las principales posiciones de poder.