Por María Luisa Galán
Publicada en página oficial del Hogar de Cristo
Hace más de diez años que la empresa minera colabora con los acogidos del Hogar de Cristo. En conjunto con sus trabajadores de todo el país, constantemente aportan con dinero o especies para el quehacer de la fundación, en especial con los programas ubicados en la región de Atacama. Aquí te contamos sobre este especial vínculo que es parte de su core business.
Pucobre es un buen vecino. Es de esos que siempre están dispuestos a ayudar en las buenas y en las malas. De hecho, aún en esta crisis mundial, no dejaron de apoyar a los programas sociales del Hogar de Cristo en la región de Atacama. El vínculo con la empresa minera data de hace más de diez años y son múltiples los proyectos y actividades que se han realizado desde entonces.
Esto no es todo. Además de realizar aportes en dinero, también entrega donaciones en especies. Hace unas semanas entregaron sesenta cajas de mercadería para los participantes del Programa de Atención Domiciliaria del Adulto Mayor (PADAM), ubicado en la localidad de Tierra Amarilla.
Odila Yáñez, es trabajadora social y desde marzo de este año es jefa de hospedería de Copiapó. Antes, realizó su práctica en el mencionado PADAM e hizo un reemplazo en el programa de tratamiento residencial, Anawim. Desde que es parte del Hogar de Cristo, conoce de cerca cómo ha sido el enorme aporte de Pucobre a los acogidos.
“Hemos tenido un vínculo muy cercano por su voluntad de apoyarnos en varias cosas, como en la entrega de vales de gas o colaciones. Lo mejor es que hicieron el 1+1 y hace poco nos hicieron una donación, donde pensé que nos llegaría un millón de pesos, pero llegaron dos”, cuenta Odila, sorprendida. A lo que se refiere, es que en honor a San Lorenzo, el patrono de los mineros, los trabajadores de Santiago, El Escorial y Copiapó realizaron una campaña que logró reunir un millón de pesos, monto que fue duplicado por la empresa.
“El dinero era para gastarlo en lo que consideráramos necesario. Cambiamos equipamiento, como colchones y el refrigerador. También habilitamos una sala de lockers, para que cuando los acogidos ingresen a la hospedería tengan su espacio donde puedan guardar sus cosas”, detalla Odila sobre el uso de este aporte.
“Es súper importante que exista un compromiso social desde las empresas con la comunidad y mucho mejor con Hogar de Cristo. A veces para las empresas este compromiso es por un tema legal, pero Pucobre va mucho más allá, porque ha tenido una cercanía histórica con el Hogar de Cristo, y eso es rescatable. Se valora mucho que haya personas que tengan este compromiso social, que no sólo es con la hospedería, sino también con el PADAM y Anawim, programas que están en Tierra de Amarilla; siempre están aportando tanto en la logística como en dinero. Y no es porque nosotros lo solicitamos, espontáneamente llegan”, comenta Odila, feliz con este buen vecino.
El compromiso social de Pucobre es parte del corazón de su negocio. Pero queda patente que su contribución a la sociedad es más que una declaración de buenas intenciones, porque lo que dicen, lo hacen. El capellán del Hogar de Cristo, José Yuraszeck, reafirma: “Cuando somos capaces de levantar la cabeza y atender las necesidades de las personas más pobres y vulnerables a nuestro alrededor, con acciones concretas, hacemos que Chile sea mejor. Estamos profundamente agradecidos de las distintas iniciativas que han desarrollado para ir en beneficio de nuestros acogidos”.