Ramón Gallegos es un hortalicero nacido en el sector de San Fernando Copiapó. Decidió dedicarse a la agricultura muy joven viendo el ejemplo de su familia, en particular sus tíos, que trabajaron siempre la tierra en la zona. Hoy es uno de los pocos pequeños productores activos de San Fernando y gracias a recursos de INDAP y CONADI está volviendo a regar de forma regular las seis hectáreas que tiene plantadas con pimentones, ají, tomates, sandías y melones, algunos de los cuales ya están comercializándose.
“Trabajo con cuatro personas que me ayudan con las labores diarias, toda gente de campo, y hemos formado un gran equipo”, comenta orgulloso este pequeño productor al tiempo que señala las difíciles condiciones que conlleva el cambio climático hoy en la comuna. “En esta zona estamos cada vez más expuestos a esta nueva realidad de desequilibrio climático, así que tenemos que preocuparnos de tecnificar el riego, tener canales limpios y regar los turnos que nos corresponde para que el agua alcance para todos los agricultores. Ya no son los mismos años cuando incluso uno regaba por surco o tendido. Ahora hay que preocuparse de varios factores derivados de la falta de lluvias, la sequía, y para ello el equipamiento y tecnificación en los sistemas de riego que nosotros poseemos es fundamental para seguir trabajando en el campo”, apunta Ramón Gallegos
En 2021 Ramón ya tenía averiadas las bombas de riego antiguas en un momento del año en que se venía la temporada de siembra y cosecha de las hortalizas en la comuna de Copiapó. “Siempre en INDAP y CONADI me han abierto las puertas con recursos, y a través de este convenio me adjudiqué dos nuevas bombas de riego para que el agua no deje de llegar a las siembras y poder sacar la cosecha adelante. Estoy muy feliz porque ambas instituciones han sido fundamentales para tener este proyecto trabajando sin problemas”, asegura Ramón Gallegos.
Entre 2019 y 2021 el convenio para obras de riego en familias indígenas para la región de Atacama entre INDAP y CONADI apalancó 600 millones pesos los que se han destinado labores tales como tecnificación, uso de energía limpia, reparación, acumulación y conducción de agua, entre otras, otorgando mayor seguridad y certeza en el riego para la pequeña agricultura familiar campesina en la región.