En este nuevo aniversario de Tierra Amarilla destacamos a dos figuras muy queridas que ya no están con nosotros

Ciento treinta años cumple este miércoles nuestra querida comuna de Tierra Amarilla, creada el 22 de diciembre de 1891, bajo la administración del Presidente Pinto Garmendia.

No cabe dudas que se trata de una zona eminentemente minera, podríamos decir, la capital de la pequeña y mediana minería de Atacama, aunque a partir de la segunda mitad de la década de los setenta del siglo pasado también se amplió al rubro de la agricultura, particularmente, a la producción de uva de mesa, cuyos primores son los primeros de nuestro país en ser exportados hacia los mercados de Europa, Asia y Estados Unidos.

A nivel de sus autoridades, cómo no recordar a doña Mercedes Echegoyen, la primera y única mujer que ha sido alcaldesa de la comuna; a Rafael Prohens Espinosa, el primer alcalde electo tras el regreso a la democracia en 1990. Ni hablar de Yhanss Delgado Quevedo, electo en 1996, el alcalde más joven de Chile en aquel entonces.

Sin embargo, en esta ocasión quisiéramos detenernos en la figura de dos hombres que, proviniendo del pueblo, del extracto popular, llegaron a convertirse en alcaldes de la comuna por el arraigo de afecto que concitaban entre los vecinos, por el carisma personal y, sobre todo, por la cercanía con la gente. Ellos fueron Osvaldo Delgado Quevedo y Carlos Barahona Tirado.

Demás está decir que ambos se formaron en la universidad de la vida y ese mismo conocimiento de las reales necesidades de la gente los convirtió en servidores públicos. Quien primero accedió a la jefatura comunal fue Osvaldo que sucedió temporalmente en el cargo a su hermano Yhanss; luego, en 2008, fue Carlos quien ganó la contienda electoral. En 2012, Osvaldo volvió como titular a ejercer el mando comunal.

Lamentablemente, ambos hoy no están bajo este sol; un sino similar del destino los llevó a que, a temprana edad, fallecieran, dejando no solo la pena entre sus familias, sino que también entre los amigos y la comunidad que los conoció desde pequeños, ya fuese correteando en las calles polvorientas de la comuna, jugando fútbol por alguno de los clubes locales y, finalmente, como autoridades representativas de los vecinos.

Hoy, en el marco de este nuevo aniversario comunal, agregamos los saludos al alcalde de la comuna, Cristóbal Zúñiga Arancibia(actualmente es el alcalde más joven de Chile) y al Concejo comunal, deseando que cumplan su programa de trabajo trazado tras el objetivo de hacer de Tierra Amarilla una comuna grande, pujante y desarrollada, porque su gente esforzada y emprendedora lo merece. Sin duda que cada uno de los gobiernos comunales ha concretado un pequeño avance, pero aún falta mucho por hacer para que la comuna de la calle larga tenga el sitial que se merece, al menos, en Atacama y lograrlo es tarea de todos.

 

Tierramarillano Chile

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