Por Alexis Ortiz es un escritor, periodista y político venezolano. Twitter: @alexisortizb. Email: jalexisortiz@gmail.com. http://alexisortiz.com/.
El estado Barinas ocupa los llanos altos occidentales de Venezuela, al pié de los Andes. Una región agropecuaria habitada por gente laboriosa.
En uno de sus pueblos, Sabaneta, nació el dictador Hugo Chávez. Se cuenta que cuando él llevó a su ídolo Fidel Castro a conocerlo, el déspota cubano, que era un as de la manipulación a los tontos, le dijo:
“Fíjate Hugo, en el futuro se necesitará una gran autopista para llegar a este sitio, porque vendrán millones de personas del mundo entero, a conocer dónde tú naciste”.
Desde 1998 la familia de Chávez gobierna Barinas. Con su impericia, autoritarismo y corrupción, crearon un desastre espantoso. Por eso, en los comicios ilegales y fraudulentos del pasado 21 de noviembre, perdieron las elecciones para la Gobernación.
Pero bajo la “asesoría” del comunismo cubano, Nicolás Maduro ordenó desconocer las elecciones y repetirlas el pasado 9 de enero. Y además imponer un candidato advenedizo y movilizar todos los recursos del gobierno usurpador, incluso miles de militares intimidatorios, para hacerlo ganar.
Pero los sectores democráticos se unieron y el pueblo de Barinas rompió el cerco y le dio una paliza electoral al abuso de poder. Ahora el gobernador es Sergio Garrido y el castrochavismo ha sufrido una derrota de proyección internacional.
En lo sucesivo debemos ser prudentes y pacientes. Evitar declaraciones torpes como una en que incurrió el nuevo gobernador, trabajar sin pausa todos, con Juan Guaidó al frente, para consolidar la unidad democrática y practicar un nuevo modo de hacer política sin pantallería, burocratismo, mesianismo e intolerancia.