¿Qué pasaría si mañana o pasado ocurriera nuevamente en Atacama otro gran aluvión?… ¿Qué seremi de Salud asumiría las decisiones en este sector? ¿Quién vería lo concerniente a los colegios si tampoco hay un seremi nominado? Ni hablar en vivienda y Minería que, en este último caso, pudiera resolver los anegamientos y aislamiento de los pirquineros y pequeños mineros?
El Presidente Gabriel Boric y su equipo de ministros asumió sus roles el pasado viernes, pero hasta el momento no tienen con quien interactuar a nivel nacional, ya que en la mayoría de las regiones de nuestro país aún no son nombradas las autoridades regionales correspondientes a las seremis y jefaturas de servicios. Esto a pesar de las palabras del electo mandatario que en cada discurso se esfuerza por diferenciarse del gobierno saliente que, entre paréntesis, tampoco fue tan eficiente en esta materia… al menos, en Atacama, donde los seremis fueron presentados recién el 20 de marzo, es decir, 9 días después que asumió Piñera.
No obstante, para quienes conocen los procedimientos políticos en estas instancias, la tardanza que también se manifiesta en regiones vecinas como Antofagasta y Coquimbo, se debe derechamente a las pugnas por las cuotas de poder que planean cada uno de los partidos que conforman Apruebo Dignidad, como Comunes, Convergencia Social y el Frente Regionalista Verde que dicen sentirse menospreciados frente al gigante Partido Comunista e, incluso, ante la ex Concertación que ha logrado que varias figuras de sus filas hayan conseguido ministerios, delegaciones presidenciales y subsecretarias.
En este caso, no es misterio que los partidos más chicos de Apruebo Dignidad, como Comunes, además del Frente Regionalista Verde Social (FRVS) -y también algunos movimientos del Frente Amplio como Unir y Acción Humanista-, hayan reclamado por las designaciones y se han declarado «dolidos» por no sentirse, según ellos, escuchados. Y aunque desde el comité político insisten que «no hay sobre la mesa ningún cuoteo», la respuesta no convence a sus aliados.
«Este no es un tema de cuoteos, como pretenden hacerlo ver, es una cuestión de empujar un proyecto transformador del que somos fundadores y por el que nuestra gente en regiones dejó el cuerpo en las calles. En todo caso, de ninguna manera esto significa cuestionar nuestra lealtad al gobierno elegido por Chile para liderar las grandes transformaciones», comentó hace unos días a PAUTA la vicepresidenta del FRVS, Flavia Torrealba, quien el lunes 28 de febrero, luego de conocerse la lista de los delegados, se fue antes de la cita de los partidos y del nuevo Comité Político, aludiendo a una supuesta reunión, aunque su molestia a la salida no la ocultó.
Lo propio hizo Comunes a través de una carta interna a los militantes, donde la presidenta Camila Quiroz dejó constancia de la situación: «Nuevamente nuestro partido es poco considerado y estaremos en el gobierno con cero delegaturas regionales y apenas tres provinciales. Esta situación nos parece inaceptable». Posteriormente formalizó el reclamo ante el gabinete entrante.
El desafío es claro y enorme para Boric y su equipo. A medida que pasan los días se requiere más elenco para armar una administración que parte de cero. Solo en el caso de los seremis son cerca de 300 nombres los que deben buscar a nivel regional y nacional, sin tacha ética, moral ni política alguna que pudiera echar abajo los nombramientos.
El proceso ha sido complejo, advierten en los partidos de izquierda, y también en el nuevo gabinete. De hecho, en algunos partidos acusan «desorden» y «falta de un criterio claro» para pedir los nombres recomendados en cada región. «Una cosa es que no tengan experiencia y otra es que no tengan método», reclaman desde los partidos que fueron parte de la ex-Concertación.
El futuro comité político de Boric -los ministros más cercanos al Presidente- son los personeros que principalmente llevan la tarea de armar el mapa de las autoridades entrantes. A ellos se suman los futuros subsecretarios del Interior, Manuel Monsalve (PS), y de Desarrollo Regional, Miguel Crispi, (RD). Ahí, en el corazón de la nueva Moneda, se hizo el chequeo y contrachequeo de los nombres propuestos, apoyado también por el trabajo de Unholster (empresa de análisis de datos), que ha revisado la huella digital de cada uno de los candidatos.
Pero en el caso de las autoridades regionales y locales esta decisión suma otros factores: la muñeca política de los ministros en el caso de los seremis y también del manejo de los nuevos delegados presidenciales de cada región, pues ahí sí pesan los años, el manejo y la fuerza territorial de cada uno de los partidos.
De hecho, el propio ministro Giorgio Jackson reconoció no tener experiencia en instalaciones pasadas para justificar la demora en la conformación de los gabinetes regionales. “Este es un gobierno que trae una nueva conformación de coalición, un pacto de gobierno con dos coaliciones que conviven y que no han tenido tanta experiencia de trabajo conjunto. Es una apuesta política para generar una base de apoyo más amplio y en ese proceso habrá ciertos ripios que superar y escuchar, y espero que podamos resolverlo antes del 11 de marzo», dijo hace más de una semana y, sin embargo, la fecha los sobrepasó y aún así no se vislumbran nominaciones tan próximas.
Como lo explica una importante personera de Apruebo Dignidad, la situación se puede resumir así: «Los movimientos se quejan porque no está segura su representación en La Moneda; los partidos más chicos hacen lo propio porque hay un trato diferente al que se usa con los grandes y los grandes se quejan por la relación que tienen con los partidos recién llegados».
Por de pronto, habrá que seguir esperando que acabe luego la noche de los cuchillos largos y sablazos entre los propios integrantes de la alianza gobiernista, porque los vacíos de poder no hablan bien de este entusiasta gobierno que, no obstante la voluntariedad, ha tenido más de dos meses para efectuar esta pega, es decir, nombrar a los seremis y jefes de servicios de las distintas regiones del país.
EQUIPO EDITORIAL DIARIO TIERRAMARILLANO