- Según una encuesta realizada por HLW International LLP
Experto explica cómo la sanitización de espacios laborales puede ayudar a reducir el ausentismo por contagios de influenza y ayudar a mejorar la productividad.
El alza de contagios, combinado con nuevos casos de Ómicron 2 y el adelantamiento de la campaña de vacunación contra la Influenza ha provocado alarma en el país. A su vez, esto puede aumentar la probabilidad de que haya mayor ausentismo laboral y menos productividad por nuevos contagios.
De acuerdo con estudios realizados por Kimberly-Clark desde 2010 (The Healthy Workplace Project, iniciativa que se realiza en 30 países), una higiene adecuada en los lugares de trabajo puede cortar las cadenas de contagios entre trabajadores, lo que permitiría reducir ausencias por enfermedades tan clásicas como contagios virales, resfriados u otros, especialmente en temporada de influenza.
Christian Osiadacz, gerente general de Microbe Solutions, empresa especializada en sanitización, indicó al respecto que “hoy día la gente tiende a lavar sus manos más frecuentemente debido a la pandemia, por lo que se ha generado conciencia al respecto, pero hace dos años atrás los niveles de contaminación de un escritorio eran superiores a los de un baño, lo que hacía que se proliferara más rápidamente cualquier tipo de virus”.
En cuanto a la productividad en el trabajo, según una encuesta realizada por HLW International LLP (Buildings, 1999), se determinó que los niveles de productividad de los empleados estaban altamente influenciados por la limpieza de la oficina en la que trabajan. El estudio determinó que la limpieza tiene un valor muy real y medible, específicamente reportando un aumento en la productividad del 5% en una oficina de 100 asociados. En ese sentido, una encuesta realizada por Mercer/Marsh (Kronos Consulting & Mercer, LLC., 2008) identificó los costos ocultos del ausentismo y cómo la interrupción de la oferta laboral afecta la productividad, incluso con personal sustituto. Esto podría conducir a la pérdida de ventas, entrega tardía de bienes/servicios, insatisfacción de los clientes y la pérdida de ingresos. Los encuestados informaron que las ausencias imprevistas provocaron una reducción del 54% en la productividad/rendimiento y un 39% en las ventas/servicio al cliente.
“La pandemia ha mostrado que se deben plantear nuevos parámetros cuando hablamos de sanitización. Las soluciones disponibles hasta ahora ofrecen limpieza y desinfección profunda, pero que dura lo mismo que demora el producto en evaporarse. El desafío para las empresas de servicios y organizaciones es brindar a sus trabajadores y usuarios protección efectiva, pero a la vez duradera. Es ahí donde las opciones biotecnológicas se muestran infinitamente superiores”, señaló Osiadacz, concluyendo que “es muy importante que como país elevemos nuestros estándares de sanitización, sobre todo porque ya hay abiertos cines y teatros, restaurantes, la economía en general, y las enseñanzas de esta pandemia nos exige elevar la vara a todos hacia nuevos estándares básicos en términos de higiene”.
Algunos datos relevantes
Según análisis realizados por la empresa chilena Microbe Solutions, es posible encontrar miles de microorganismos tanto en espacios de alto tráfico y transporte público, como también en el escritorio de una oficina. Por ejemplo, un mouse en una estación de trabajo puede contener 2.700 unidades formadoras de colonias (UFC) por centímetro cuadrado, las mismas que se pueden encontrar en una manilla de asiento en un bus del transporte capitalino. Cabe destacar que según tablas europeas entre 1 a 10 UFC por centímetro cuadrado se considera limpio o de muy bajo riesgo; de 11 a 100 es un riesgo moderado; entre 100 y 1.000 hay un alto nivel de riesgo; y sobre las mil unidades, hay un muy alto nivel de riesgo con estos microorganismos.
En un bus, los sectores con mayor contaminación son las manillas o pasamanos, donde se han medido más de 2,7 millones de UFC. Mientras, en la oficina, aparte del mouse de la estación de trabajo, en las manillas de los baños, se han contabilizado hasta 1.000 UFC: más de diez veces los microorganismos encontrados al interior de un excusado.