188 comunas con crisis hídrica ¿cómo enfrentar una extensa sequía?

Más del 50% del territorio nacional se encuentra en sequía, la falta de precipitaciones y el consumo humano e industrial mantiene en alerta a las regiones del país.  Frente a esta situación, académicos de la UNAB proporcionan consejos y analizan el marco regulatorio, cómo optimizar el recurso hídrico en el hogar y en el consumo de productos y bienes.

Chile vive un momento complejo. Son 188 comunas que están inmersas en una severa sequía. Para clasificar una comuna con estas características, existen una serie de requisitos que se deben cumplir.

Según el Código de Aguas, en su Art. 314, se establece que en épocas extraordinarias de sequía se puede declarar zonas de escasez hídricas por un período máximo de seis meses. “En este período se miden las condiciones hidrometereológicas de la zona, se mide el nivel de caudales de los ríos, volúmenes de embalse y condiciones de los acuíferos, de acuerdo a la Resolución DGA Nº1.674, 2012”, explica Elizabeth Garrido, directora de Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad de la UNAB.

Precisamente, en el marco del Día Internacional del Agua, la Universidad Andrés Bello realiza en su ciclo de conferencias #SigamosConectados de #Alumni, la charla “Crisis Hídrica y el Marco Regulatorio”, instancia donde se aborda cómo se enfrenta desde el marco legal la escases de agua en Chile, dado el actual panorama.

Para entender este problema climático -falta de lluvia- Garrido, sostiene que “no hay una cantidad suficiente de agua para suplir la demanda ecológica y productiva, esta última asociada a los diferentes usos del agua, como lo son la agricultura, industria, minería, servicios sanitarios, etc”. Esto trae como resultado que más del 50% de Chile esté en un notable desabastecimiento del vital elemento.

Hasta el momento, las regiones en sequía son: Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Libertador Bernardo O’Higgins, Maule, Los Ríos, Los Lagos y Aysén, las que equivalen a un 54% del país. ¿Cómo enfrentar una sequía? Para la académica de la UNAB es un tema que comienza en los hogares, “es necesario comprender que todas nuestras actividades involucran el uso de agua, como cocinar, lavar, ducharse, evacuar los residuos, etc.  Cuando consumimos alimentos, estos necesitaron agua para crecer, o agua para ser procesados dentro de la industria, lo mismo con la ropa que usamos, el proceso de producción requiere el uso del agua. Estos son solo algunos ejemplos, por lo tanto, nuestro estilo de vida y patrones de consumo dependen directamente de la disponibilidad de agua”, afirma la experta, para agregar que “hay que consumir productos y bienes sustentables, con etiqueta verde”.

“Esta situación se irá acrecentando durante los próximos años. Por lo tanto, es necesario que tomemos conciencia de que necesitamos adaptarnos a esta nueva realidad, pues aún creemos que somos un país privilegiado en recursos hídricos lo que no es real. Es aconsejable cuidar el consumo de agua en nuestros hogares, desde las duchas, la cocina y los jardines, idealmente reutilizar el agua estanques y lugares donde se maneja el agua. También es necesario dejar la manguera de lado e invertir en un sistema de riego por goteo y comenzar a pensar en evitar las áreas verdes y generar más espacios sin pasto”, reflexiona la directora de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UNAB e Investigadora del Centro de Investigación para la Sustentabilidad CIS y directora de la Carrera de Ingeniería Ambiental.

¿Cómo mejorar las cantidades y cifras de nuestro consumo de agua?

En promedio cada persona gasta alrededor de 170 litros de agua al día, este valor puede incluso llegar a los 400 – 600 L. por persona en algunos lugares de la zona oriente de Santiago. Un consumo eficiente en el uso del agua debiera estar entre los 50 y 100 L por persona.

Para mejorar estas cifras Garrido, aconseja llevar a cabo las siguientes acciones:

Idealmente, realizar una inversión en gasfitería de uso eficiente de agua, llaves con flujo de agua regulable.

En los baños utilizar estanques de agua con doble descarga.

Es recomendable realizar duchas de 5 minutos, estas consumen 50 L. de agua. Si se llena una bañera, son necesarios mínimo 200 litros de agua aproximadamente. Por eso, privilegiar duchas antes que baños de tina.

Además, es aconsejable que se logren reutilizar las aguas de las duchas o lavadora por ejemplo para la evacuación de los residuos en los estanques de los baños o riego de jardín, para ello se deben rediseñar o diseñar logias y baños que logren ese cometido.

Para quienes tienen jardines, la recomendación es lograr implementar un sistema de riego por goteo o aspersores, que tienen mayor eficiencia en el uso del agua, por lo tanto, es mejor que utilizar manguera. En este mismo punto se aconseja regar antes de las 10:00 AM o después de las 18:00 horas, para evitar las pérdidas de agua por la evaporación. Otra propuesta es, hacer el reemplazo de las áreas verdes convencionales -compuestas especialmente por pasto- y reemplazarlo por plantas que no requieran ser regadas todos los días.

Se recomienda la lavadora con carga completa y si se usa el lavavajillas también, sólo utilizarlo cuando esté completo. Además, es importante utilizarlos con agua fría. De este modo se favorece el cuidado del agua y ahorro de energía.

No abusar del cloro, ya que rompe el equilibrio bacteriano de las depuradoras y dificulta su trabajo.

No tirar productos contaminantes al agua o productos como toallitas que luego sean difíciles de degradarse o que atasquen las tuberías.

No echar aceite en las tuberías. Es uno de los productos que más contaminan el agua.

Y, cómo nuevo hábito es recomendable realizar un consumo consciente de bienes y productos, cuya producción involucren un consumo eficiente del agua.

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