La fatiga humana se debe entender como una disminución de los neurotransmisores, siendo estos los agentes que conectan las neuronas para luego hacer la sinapsis, es decir, lo que hace funcionar al sistema nervioso central. Es por esto que se le considera como una consecuencia de ciertas patologías, como el insomnio, estrés y el cambio en los ciclos de sueño.
Marzo para muchos es sinónimo de volver a la realidad, terminar con los paseos a la playa, el campo o la montaña, y la relajación de las vacaciones por las reuniones, correos electrónicos, y el despertar temprano, regresando a una rutina, que trae de la mano el cansancio y estrés. Esta vuelta a la realidad, en muchos casos produce fatiga entre los trabajadores, lo que impulsa a las empresas a tomar medidas que eviten este desgaste, la presencia de enfermedades y como consecuencia, la fatiga.
¿Qué es la fatiga humana? Se define como el agotamiento extremo que puede sentir una persona durante o al finalizar una jornada de trabajo, este puede ser físico, mental, sensorial y/o crónico.
La fatiga, en estos casos, se hace presente como una consecuencia de ciertas enfermedades, y va ligada al sobreesfuerzo. Esto es un indicador de que algo anda mal y debe ser atendido a la brevedad. ¿Cuáles son estas patologías que producen fatiga? Para Nicolás Sosa, CEO de ITAA, “la fatiga humana se debe entender como una disminución de los neurotransmisores, siendo estos los agentes que conectan las neuronas, para luego hacer la sinapsis, es decir, lo que hace funcionar el sistema nervioso central”.
En general las típicas enfermedades que pueden producir fatiga son las siguientes:
– Trastornos del sueño: El insomnio es uno de los principales problemas que produce la fatiga, entonces una persona con altos niveles de fatiga puede producir insomnio.
– Estrés: Una persona que se somete a altos niveles de estrés genera fatiga a corto o largo plazo, y cuando esto ya lleva tiempo, puede generar otros síntomas a niveles más psicológicos, como la depresión.
– Cambio en el ciclo del sueño: Esto hace que las personas cambien su ciclo circadiano, que hace que tu cuerpo entienda cuando debes dormir y cuando no.
– Tomar ciertos medicamentos: Antidepresivos, antihistamínicos y medicamentos para las náuseas y el dolor.
En este escenario, la tecnología puede ser de gran ayuda para las empresas. Un ejemplo es lo que realiza la startups ITAA (https://itaa.cl/), que desarrolló una aplicación llamada SOMNI, la cual permite medir la fatiga humana con un test, esto mediante el uso de Inteligencia Artificial, informando a través de alertas a WhatsApp o mail, no sólo si los trabajadores están en condiciones de realizar tareas específicas que demandan una alta concentración, sino que, además, sabrán cuándo va a tener su menor nivel de vigilancia y qué acciones tomar, como por ejemplo, tomar pausas activas, beber un café o sencillamente dormir una media hora.
“En el fondo lo que buscamos es justamente que no llegues a padecer estas tres enfermedades, que luego pueden producir fatiga. Es ideal que las personas vayan a chequearse y les puedan decir qué tipo de patologías están produciendo esta fatiga excesiva que no los deja trabajar, dormir o realizar sus quehaceres diarios. Entonces, nosotros con SOMNI podemos llegar a ser una herramienta que detecta de manera temprana ciertos trastornos, para luego derivarlos a un especialista”, añade Sosa.
Con medidas simples las empresas pueden disminuir el riesgo de accidentes de sus trabajadores, proporcionando herramientas de forma segura y accesible. Además, con ello las organizaciones buscan generar un ahorro sustantivo, reduciendo los niveles de ausentismo, además de aportar en la educación de los trabajadores, para optimizar sus procesos internos.
Acerca de ITAA: Es una empresa dedicada a ayudar en las operaciones industriales y logísticas a funcionar de forma segura y tranquila. Realizan controles y gestionan la fatiga humana a través de un sistema que integra varias tecnologías, empaquetadas en una aplicación, la cual puede integrarse a los datos de las empresas, utilizando indicadores de riesgo preventivos y predictivos, entrenados con modelos de inteligencia artificial.