Por Juan José Ronseco Pinto, Presidente de CORPROA
A fines de la semana pasada, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, reveló el contenido del proyecto de Ley de Reforma Tributaria, donde aseguró, entre otras cosas, que el 97% de las personas no se verán afectadas con posibles alzas; sin embargo, a mi juicio, quedan en el aire ciertas incomodidades y cabos sueltos que deben ser analizados y debatidos.
Tras ser conocida esta iniciativa legal, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil declaró que “independientemente de que pueda haber cosas que son buenas, otras que arreglar, otras que hay que mejorar, la incerteza disminuye, porque por lo menos ya sabes perfectamente cuál es la propuesta que el gobierno está haciendo”.
Si bien es cierto, ya sabemos por dónde se moverá este periplo legislativo, como presidente de CORPROA entiendo que será muy difícil navegar en buenas aguas, en medio de las olas que levantan tantas incertidumbres.
También comparto lo expresado por el presidente de la SOFOFA, Richard Von Appen, quien va más allá, al señalar que esta reforma no está acompañada de ninguna medida proinversión, un aliciente a la productividad y carece de metas sobre la eficiencia en el gasto.
Confío que en la tramitación del proyecto en el Congreso Nacional se revisen y consideren mayores incentivos en la productividad y la inversión, elementos que realmente estimulen el desarrollo, que nos permitan paliar los efectos coyunturales derivados de la pandemia y la guerra de Rusia/Ucrania, los cuales debemos absorber y que nos tiene ad-portas de una inminente recesión mundial que nos está llegando.
También recojo lo comentado por Antonio Errazuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el cual insta a impulsar los cambios con agilidad y promover la inversión y el crecimiento económico, la importancia de ayudar a las Pymes dado que éstas son las que mueven a un gran sector de la mano de obra, lo que se traduce en más empleo.
Para bajar estas reflexiones a Atacama, un pilar clave para que todo este escenario resulte de la mejor manera, radica en la importancia de apoyar, desde el Gobierno local, los proyectos de inversión que están en carpeta y otros que puedan llegar a la región. No podemos seguir dándonos el lujo de que estas inversiones se nos sigan escapando.
A mi parecer, hay que despejar los paradigmas del pasado y construir en forma conjunta con estos inversionistas, tomando todos los resguardos medioambientales y asegurarse de que se cumplan.
En resumen, no se deben cerrar las puertas a estos proyectos a la primera, al contrario, debemos buscar llevarlos a su concreción. Es tarea nuestra el desarrollar inversión y trabajar para lo que queremos conseguir como región.
¡Atacama merece más!