Frente a las medidas dispuestas por la autoridad de adelantar y extender las vacaciones de invierno para disminuir el contacto entre estudiantes y la propagación de virus respiratorios, muchos padres se han visto enfrentados a situaciones que causan un impacto en la salud mental como el estrés, angustia e incluso culpa, al no saber cómo organizarán su tiempo y podrán acompañar a sus hijos durante este periodo.
Para sobrellevar estas semanas de una forma más relajada, de manera que las familias puedan compartir un tiempo más ameno y agradable, los siquiatras Dra. Gabriela Pineda y Dr. Juan Meneses, especialistas en niños y adultos respectivamente, se refieren a esta temática y entregan algunos consejos.
“Es importante tener en cuenta que no existe la situación ideal, ni los padres ni los profesionales o hijos perfectos. Hay que sacarse de la cabeza esa situación ideal y aterrizar a nuestra realidad humana; no somos robots y estamos llenos de límites, aunque nos cueste aceptarlo, por lo tanto, hay que regular las expectativas y no autoexigirse tanto”, comenta el Dr. Meneses.
Y agrega, “cuando los padres o un ser querido está estresado, irritable, por supuesto que eso influye en la convivencia e interacción con los hijos, produciendo respuestas de temor o rebeldía, aislamiento, según la personalidad de cada uno. Sin duda afecta a la convivencia en general”.
En tanto, la doctora Pineda menciona, “en este periodo los niños pueden presentar mayor irritabilidad o reacciones emocionales intensas frente a la frustración de no poder realizar actividades que son placenteras para ellos (los virus están en su peack y es invierno) por lo que es importante que los padres comprendan cómo se sienten y los contengan”.
El Dr. Meneses hace hincapié que “esta es una oportunidad para replantearse y evaluar cuántas horas le dedicamos a la familia no sólo dentro de la jornada laboral sino fuera de ella también. Cuánto tiempo estamos presentes con nuestros hijos. Por lo que si analizamos que estamos sobrecargados no tenemos la buena disposición para tratar a nuestros hijos, les respondemos mal y alzamos la voz. Todo esto nos produce una culpa posterior, pero esto también es necesario aterrizarlo porque el pretender responder siempre de forma amorosa es imposible e ilusorio hay que aceptar que tenemos derecho a estar así y entender que no por eso se es mal padre y vamos a traumatizar a nuestros hijos”.
Por su parte, la doctora Pineda indica que “efectivamente hay actividades laborales que los padres no podrán dejar de desempeñar, pero si acotarlas a tiempos determinados y hay que explicarle eso a los hijos. Quizás adelantar y planificar, mostrarles un calendario para que eso alivie la ansiedad de los niños. Y otra medida es que recurran a redes de apoyo, valerse de ellas es buena alternativa ya que es comprensible que no puedan estar todo el tiempo con ellos. Ayudarse entre padres, alternar labores de crianza y de trabajo para poder estar más tiempo con los niños”.
Además, comenta, “cuando los niños están irritables o enojados hay que acercarse a ellos y tratar de reflejarles lo que sienten, entender su frustración, pero si aun así tiene pataletas o molestia hay que darles tiempo para que se calmen. Los adultos mantener la calma. Para sacarlos de ese estado de frustración cámbienles el foco mostrándoles otra cosa, traten de distraerlos con un juego, lectura de un libro o pintando un dibujo. No es necesario algo costoso, lo importante para los hijos es pasar tiempo de calidad con sus padres, que ellos estén disponibles emocionalmente, dejar el celular de lado, estar 100% para ellos”.
Para finalizar el doctor Meneses entrega el siguiente consejo: “no es un momento para lo ideal en esta situación, invitaría a relajarse, no autoexigirse, permitirse no ser tan estructurados y no cumplir con todo a la perfección. Les aseguro que eso va a permitir una mejor convivencia”.
Consejos de la Dra. Gabriela Pineda sobre cómo entretenerse y qué realizar con los niños en casa:
- Actividades para compartir que permitan un tiempo de calidad como: jugar, dibujar, realizar actividades manuales, juegos de mesa.
- Dejar las pantallas de lado, se entiende que el tiempo en ellas aumente, pero debe acotarse y ser supervisado tanto para niños como adolescentes.
- Horas recreativas entre video juegos y uso de celulares, máximo 2 horas, y ojalá distribuidas en el día o finalizarlas 1 o 2 horas antes que se vayan a acostar.
- En el tiempo que los niños están en la casa sus rutinas pueden desordenarse como levantarse más tarde, pero ojalá respetando horarios de sueño y alimentación. Que se mantenga una rutina base.
¿Cuál es el comportamiento esperable en un niño y cuándo se debería consultar con un especialista?
- Es esperable que los niños en las vacaciones se muestren aliviados y contentos porque han terminado las actividades académicas, los últimos años han sido complejos para ellos. Pero es posible que algunos se frustren y si las pataletas se prolongan y duran más de media hora hay que preocuparse y pensar en la posibilidad de consultar por una condición psiquiátrica o psicológica.
- Si hay conductas agresivas como romper o tirar juguetes, auto agredirse o agredir a otros. También si están muy cansados y quieren dormir todo el día, si están desmotivados y no tienen la capacidad de disfrutar el tiempo libre, hay que consultar.