La nueva revolución industrial

La historia nos ha demostrado que la tecnología es una buena aliada de los procesos productivos de las empresas. Desde la primera Revolución Industrial con la mecanización y la máquina a vapor, la segunda con las nuevas fuentes de energía, comunicaciones y transporte y la tercera con el auge de Internet a finales del siglo XX, las distintas industrias se han beneficiado. Y ya en los primeros 20 años del nuevo siglo, vemos cómo la robotización en todos los ámbitos comienza a tomar relevancia.

Si hablamos de robots no se trata de Terminator ni Wall-E, sino que de máquinas o sistemas que pueden automatizar, es decir, imitar los procesos que realizamos los humanos. Se trata de los Robots Software o más conocidos como RPA (Automatización Robótica de Procesos), menos vistosos pero que ya están entre nosotros y están revolucionando la productividad dentro del ámbito empresarial: cotizaciones, pagos a proveedores, comparativa de precios, entre otros procesos, todo gracias a la RPA.

La Automatización Robótica de Procesos se basa en la utilización de un robot, el cual se incorpora dentro de un computador o un servidor, para luego enseñarle a que realice las tareas repetitivas que hace una persona. Más que ser sustitutos, su uso se concibe como una forma de acelerar y optimizar procesos comerciales en menos tiempo y con menores márgenes de error para las empresas. Este sería el primer paso en un nuevo cambio histórico.

Los robots industriales introdujeron en un primer momento el concepto de automatización de tareas. La incorporación de los sensores de seguridad supuso un segundo paso importante para las industrias; luego la movilidad y la incorporación de sistemas de percepción y el desarrollo de tareas colaborativas. La digitalización de las líneas de producción y fabricación a través de la realidad virtual, la inteligencia artificial o el internet de la cosas es lo que se conoce como la cuarta revolución industrial, en cuyo proceso estamos inmersos.

El uso de robots se extiende a la logística, en los almacenes y centros de producción de las empresas, gestionando inventarios, seleccionando y procesando pedidos e, incluso, como parte de los servicios de atención al cliente con tecnologías de inteligencia artificial y machine learning. Todo esto porque la robotización en los procesos tiene distintas ventajas: Permite mejorar la experiencia del cliente; mejora la eficiencia de la empresa al digitalizar los procesos; libera a los trabajadores de tareas repetitivas pudiendo realizar funciones más de analítica y gestión; mayor rapidez a la hora realizar alguna tarea; y, sobre todo, 0% de error.

Pero estos mismos avances han dado un paso más,  incorporando inteligencia artificial. Se trata de una nueva revolución industrial, donde robots + IA están ayudando a tomar mejores decisiones. Ya no son solo máquinas, son herramientas tecnológicas que están mutando y colaborando y es lo que se conoce como hiperautomatización.

 

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