Académicos de la USM sugieren implementar respuestas de salud pública específicas ahora que la pandemia está más controlada. Concluyen que es de mera importancia tratar el tema por municipio.
Sin duda, los confinamientos que ocurrieron en nuestro país durante el 2020 y 2021, producto de la pandemia Covid–19, fue una dinámica totalmente nueva tanto para las autoridades centrales como para los chilenos en general.
En este contexto, los investigadores Fernando Díaz, académico del Departamento de Ingeniería Comercial USM, Pablo Henríquez y Diego Winkelried, a través de su investigación “Respuestas heterogéneas en medidas de Google Trends sobre bienestar en las cuarentenas dinámicas de COVID‑19 en Chile“, estudiaron cómo respondió el bienestar de la población chilena a la estrategia implementada por sus autoridades de salud, conocida como Cuarentena Dinámica, para contener la propagación del coronavirus en la que los municipios ingresaban y salían periódicamente de los bloqueos.
Este esquema facilitó la estimación de cambios en este bienestar diferenciado por nivel socioeconómico. Se usó Google Trends, herramienta de Google destinada a captar los patrones de búsqueda de los usuarios, para computar medidas de bienestar, encontrando evidencia sólida de que el estatus socioeconómico induce heterogeneidad en estos cambios. Los investigadores indican que ignorar esta heterogeneidad puede conducir a recetas engañosas para la política pública que aborde los efectos psicológicos de los bloqueos.
¿Cómo se utilizó Google Trends?
Los investigadores midieron el efecto del confinamiento -en salud y bienestar- por los cambios en el volumen de búsquedas de palabras clave en Google Trends (GT) que están relacionadas con varios temas: Aburrimiento, Soledad, Irritabilidad, Pánico, Sueño, Estrés, Preocupación, Frustración y Autocuidado. Para ello, explotaron tanto la amplia disponibilidad histórica de datos de GT como especialmente las características de la respuesta del gobierno de Chile a la pandemia de COVID-19 (la Cuarentena Dinámica).
Los académicos concluyen que “la variación temporal y transversal de los confinamientos nos brinda la oportunidad única de estimar las respuestas de la población diferenciadas por el nivel socioeconómico (NSE) de los municipios. Quizás, como era de esperar, los bloqueos pueden tener efectos estadísticamente significativos y persistentes en la salud mental. Más interesante, encontramos una fuerte evidencia de heterogeneidad inducida por SES en la respuesta de la población a los anuncios de confinamiento: suponiendo que las personas realizan búsquedas en Internet de acuerdo con su estado de ánimo, la población está más aburrida y frustrada durante los confinamientos que durante los períodos sin confinamiento en los que los niveles de Aburrimiento y Frustración son significativamente menores para la población que vive en municipios ricos.”
Los investigadores recomiendan implementar respuestas específicas de salud pública para abordar segmentos específicos de la población con diferentes necesidades de apoyo a la salud mental. Paralelamente, enfatizan que los municipios son las unidades administrativas más pequeñas del país, por lo que cada uno puede implementar políticas de salud específicas por medio de centros de salud locales.