Por Andrés Cardemil, Fundador y CEO de HumanNet
Sin duda, la tecnología está cambiando la forma en que las organizaciones y personas se desenvuelven, día a día, en el mundo. Conceptos como Transformación Digital, Metaverso, Cloud, Block Chain, Big Data, Movilidad global, Internet de las Cosas, Robótica e Inteligencia Artificial, entre otros, están marcando el rumbo de las actuales economías e inciden en los diferentes ámbitos de ellas, incluidos el trabajo y el emprendimiento.
De hecho, hoy se habla de la Economía Colaborativa para referirse a aquellos modelos de negocios que desde hace un par de años ya han sido muy innovadores, como Uber, Cabify, Airbnb, etc., y que incluso sus plataformas pueden evolucionar para ir aún más allá. En general, se basan en el uso de tecnologías digitales que han dado surgimiento a nuevas formas de empleos, más independientes, flexibles y especializados.
Frente a ese panorama quizás son muchas las personas que se están preguntando por el futuro del trabajo. Si bien la digitalización y automatización están afectando a algunos empleos actualmente, no hay que asustarse con los cambios que ese tipo de fenómenos están generando, pues la mayor cantidad de puestos de trabajo que habrá en el futuro todavía no se han creado. De hecho, en el último reporte del World Economic Forum se habla que un 65% de los puestos de trabajo que habrá en sólo una década, aun no existen.
Bajo esta mirada, algunas tendencias que debieran caracterizar al ámbito laboral en los próximos años son las siguientes:
- Talentos más calificados y especializados. Con una realidad tan velozmente cambiante, y con un mar de nuevos conocimientos disponibles, el talento será cada vez más especializado y requerirá de actualizaciones más frecuentes, por tanto, su aporte de valor al negocio debería ser mayor.
- Manejo adecuado y efectivo del tiempo. En el futuro se visualiza un trabajo donde las personas, ejerciendo su actividad productiva, aprovechen de mejor manera la disponibilidad de tiempo que genera la incorporación de tecnología a los procesos.
- Mejores vínculos laborales. Es decir, relaciones humanas más directas y multimediáticas, más tolerantes a la diversidad, más fructíferas, que se centran en lo importante, y que van generando una mayor satisfacción (Felicidad en el Trabajo).
- Mayor empleabilidad global. En los próximos años, habrá una continua disminución de la tasa de desempleo. Los futuros trabajos, como ya lo estamos viendo, serán más flexibles, aumentando las posiciones en teletrabajo (on-line, home office), y también el auto empleo a través de emprendimientos, iniciativas personales de servicio y creación (software, apps, plataformas colaborativas, etc.).
- Foco en las competencias. La clave en lo laboral radicará en desempeñarse en actividades en las cuales se posea el talento idóneo y la vocación para realizarlo.
Asimismo, entre las variables que son fundamentales para que lo anterior tenga lugar, están la Flexibilidad, Tecnología, Legislación actualizada, Educación y Nuevos Espacios Físicos. En efecto, la cantidad y variedad de funciones a desempeñar en el Nuevo Mundo del Trabajo que se viene, nos plantea la necesidad de considerar una mayor Flexibilidad en los tipos de jornada, horarios, locaciones, etc.; en Tecnología, por ejemplo, la Inteligencia Artificial debe verse como un complemento para alcanzar nuevos rendimientos y no como amenaza; Legislación, es decir, debe haber una normativa acorde a los tiempos (con más protección a la persona, pero menor rigidez industrial y burocrática); Nuevos paradigmas en Educación, en función de los nuevos requerimientos del mercado y capacitación permanente; y Nuevos espacios físicos y diseños adaptados a las necesidades personales.