Las Licencias Médicas Electrónicas (LME) -tanto en el sector público como privado- han tenido un alza de 18,7% el tercer trimestre de este año en comparación a 2021, según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso). Esto preocupa a las isapres por el alto costo que implica, más aún ante la sospecha de licencias sin fundamento médico.
En ese contexto, a principios de este mes fueron formalizados 30 personas, entre ellos 26 médicos y 4 captadores, sujetos que se dedicaban a “captar” clientes para hacerlos pasar por falsos pacientes y emitir licencias fraudulentas. Pero esto es solo un botón de la muestra, ya que Inmune ha presentado querellas contra más de 450 médicos que son sospechosos de malas prácticas.
El daño que le hace al sistema no es solo económico, por sobre los $850 millones de dólares, al cubrir subsidios de incapacidad laboral irregulares. Además, esto provoca una razonable desconfianza en las contralorías médicas del sistema de salud, tanto público como privado, generando un círculo vicioso donde los más afectados son los trabajadores honestos que muchas veces ven demorados sus pagos.
Si bien lo que se espera es obtener condenas ejemplificadoras y en el menor tiempo posible, este es un delito que no distingue entre el comprador y el vendedor. En el caso del comprador es una sanción que va desde los 61 días a 3 años de cárcel y multas que superan los 3 millones de pesos.
Esto permitirá disuadir a todos aquellos médicos y falsos pacientes que están haciendo de la emisión irregular de licencias una práctica.
La presentación de querellas vino precedida de una minuciosa investigación, donde se encontró una gran cantidad de licencias médicas emitidas por sobre la norma de médicos sin especialidad y que en su mayoría (95%) se trataba de licencias psiquiátricas. Además, casi el total de licencias no tiene aparejada una prestación, es decir, una consulta asociada. No existe interacción entre médico y paciente.
Más aún, se ha podido detectar una mutación del delito de fraude con licencias. A través de redes sociales, existen captadores y vendedores que una vez que consiguen a un cliente, le entregan una licencia a cambio de un depósito de dinero que varía entre los 45 y 90 mil pesos, dependiendo la cantidad de días solicitados. Es una vulgar transacción comercial.
A la fecha, hay antecedentes para la presentación de más de 150 nuevas querellas que también incluirían delitos tributarios, por lo que se seguirá denunciando a todos aquellos médicos que estén ejerciendo esas malas prácticas.
El llamado es a endurecer las penas, las sanciones administrativas y a mejorar y restringir la emisión de licencias médicas a aquellos médicos que han hecho de su profesión la venta de este instrumento, teniendo clientes y no pacientes. Preocupa la oferta pero también la cantidad de demanda que se ha normalizado y la licencia está siendo ocupada como un instrumento para tener un doble sueldo o bien, para aprovechar de tener vacaciones o cualquier otra excusa menos el estar realmente enfermo. Urge generar políticas públicas y privadas que promuevan el buen uso de la licencia médica y eduquen a la población de que el mal uso de este instrumento nos afecta a todos.
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Inmune aumenta la productividad de las empresas disminuyendo el ausentismo en los equipos de trabajo.