La comunidad de Tierra Amarilla, distante 16 kilómetros de Copiapó, tiene historia y tradición minera, desde el tiempo de los aborígenes. De hecho, la máxima expresión del avanzado conocimiento minero lo encontramos en lo que hoy conocemos como las ruinas de Viña del Cerro.
Como imponentes gladiadores aquellos cerros resguardan el valle, y fueron recorridos por los grandes pioneros de la minería en Chile, entre ellos el propio Juan Godoy, descubridor del mineral de Chañarcillo; Miguel Gallo, José Santos Ossa, Juan López, conocido como el “Chango López”, Agustín Edwards y otros temerarios hombres que en busca de aventura y fortuna dejaron al descubierto innumerables yacimientos.
También fue recorrida por hombres de ciencias, como Domeyko, Philippi, Francisco Aracena, Tomás de Iriarte y tantos otros.
Tierra Amarilla nace como posada de viajeros, de aquellos que hacían un alto en el camino cuando iban en dirección al interior del valle; era lugar obligado de descanso de los ganaderos con sus animales viajando desde la cordillera, lo mismo los mineros con sus recuas de mulas, viniendo con sus minerales desde los interiores.
El tiempo de mayor auge minero del poblado minero fue entre 1840 – 1870, sustentado por la Fundición Edwards y la Compañía Inglesa de Minas, que tenían establecimientos en Chañaral de las Ánimas, El Morado y Tierra Amarilla.
La Punta del Cobre era una antigua mina de Tierra Amarilla que tenía un establecimiento con 4 modernos hornos. Fue considerado el mayor fundidor de minerales de la región y dio el golpe de gracia a la fundición de Nantoco, obligándola a cerrar el centro minero, hasta la demolición de sus instalaciones. Otras minas en explotación eran las Minas Bateas y Bordos.
La gran cantidad de mineros ingleses, franceses y argentinos que llegaron a la zona atraídos por la riqueza minera, trae un incipiente progreso al poblado, llegando a ser considerado como un Paris Chico. Aparece la construcción de casas y mansiones que van cambiando la fisonomía del pueblo.
Tierra Amarilla presentaba hasta hace 131 años un desorden económico en su población, con problemas de autoridad, educación, salud y conectividad, por encontrarse demasiado lejos el centro mayor que era Copiapó.
Por esta razón, el Gobierno central chileno decreta la creación de municipalidades en la población de Juan Godoy, San Antonio y Tierra Amarilla en la Provincia de Atacama, con un total 91 comunas en todo el país. El gobierno hace realidad la Ley de Organización y Atribución de las Municipalidades, más conocida como Ley de Comuna Autónoma.
El Decreto fue firmado por el Presidente Jorge Montt Álvarez, el 22 de diciembre de 1891, creándose la comuna de Tierra Amarilla, siendo su primer alcalde, don Baltazar Pinto Garmendia, hermano del ex Presidente, Aníbal Pinto Garmendia.
Tierra Amarilla, tiene tanta historia como Copiapó, sin embargo, el protagonismo se lo quitan sus comunidades vecinas, como son Copiapó y Caldera, o también la despreocupación de sus propios habitantes al no exigir a sus autoridades la implementación de un libro conteniendo los principales hitos de esta comunidad, que solo “conocen” una reseña en prosa del profesor Víctor Sánchez Cabañas.
Hoy vemos que la comuna avanza, lentamente, pero avanza… cuenta con un moderno centro de atención familiar, con un remozado estadio de fútbol, con sus calles todas pavimentadas y con un edificio consistorial que será una joya arquitectónica para sus vecinos, todo lo cual me alegra por esa esforzada gente que la habita, en su mayoría mineros y temporeros que hacen de esta comuna, una tierra de gente noble, digna y trabajadora.
Vayan para ellos y sus autoridades los cordiales y afectuosos saludos de TIerramarillano.cl en este nuevo aniversario, el cumpleaños 131 de Tierra Amarilla.
Por Tierramarillano Chile