Fernando Cortés Tello, Enfermero, Académico Universidad Central Región Coquimbo
Diversos estudios, confirman que la salud y enfermedad están determinadas por las formas de vida, producción y consumo de las comunidades. Las condiciones políticas, económicas y sociales en las que se desarrolla el ser humano determinan directamente sus posibilidades de bienestar, impactan su calidad de vida e incrementan la posibilidad de sufrir enfermedades degenerativas y cardiovasculares, entre otras.
Por ejemplo, los problemas originados por las crisis sociales, políticas, ambientales y económicas se ven reflejados en el aumento del desempleo, fallas en la protección social o del sistema de pensiones que no cumplen sus objetivos, generado en las personas estrés agudo, que con el tiempo puede transformarse en crónico, aumentando la probabilidad de sufrir trastornos cardiovasculares.
Por todo lo anterior resulta fundamental abordar cualquier tipo de crisis (Sindemias: social, sanitaria y económica) presentes y futuras, como prioridad, porque vendrán – eso es un hecho – y porque entender los impactos de corto, mediano y largo plazo en la salud se verá reflejado en las posibilidades de desarrollo individual, familiar y comunitario y a su vez en la posibilidad de proyectar el futuro de la humanidad.
La primera causa de muerte en Chile sigue siendo la enfermedad cardiovascular, y en la región de Coquimbo, sigue incrementándose el cáncer, por lo que resulta imperativo el abordaje integral de las crisis sociales en Chile, apostando por un verdadero sistema de seguridad, así como un sistema educativo, laboral y de pensiones que permita enfrentar los conflictos, con el apoyo de un sistema que reconozca e incluya la salud como un eje transversal en todas las políticas.
Finalmente, los factores que afectan la salud de las comunidades son múltiples, pero una condición clave son las crisis políticas y sociales que deben considerarse prioritarias de ahora en más. Debe haber un estudio tan relevante de las mismas, como el que hay sobre las características propias de cada comunidad; su territorio, sus factores de riesgo, su participación e inclusión en la toma de decisiones, entre otros.
Todos estos elementos deben ser visualizados a través del cristal que nos deja la crisis del COVID19, ya que son claves para entender una sociedad más equitativa con acceso a servicios de salud integrales, resolutivos, de calidad, seguros y continuos. Sistemas sanitarios basados en la Atención Primaria de Salud, que apoyen el avance hacia la cobertura sanitaria universal y el acceso universal a la salud, los que constituyen una estrategia clave para enfrentar cualquier crisis.